Madrid.- La lucha para erradicar todas las formas de tortura sigue siendo crucial. En el último año, El Informe Anual 2007 de Amnistía Internacional documenta que en 102 países se registraron casos de tortura y malos tratos a manos de las fuerzas de seguridad, la policía y otras autoridades del Estado.
“Es preocupante el hecho de que hoy en día no todos los países tomen medidas para erradicar todas las formas de tortura patrocinadas por el Estado, y que algunos de ellos incluso la estén fomentando, mientras otros cierran los ojos o permiten que otros países la practiquen en su nombre. La tendencia, en el contexto de la `guerra contra el terror´, a legitimar e incluso legalizar el uso de la tortura no hace sino acentuar esta preocupación”, ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.
“Amnistía Internacional ha registrado casos de tortura y malos tratos en Estados Unidos, Argelia, Egipto, Marruecos, Irak, México, Rusia, China, Brasil, Zimbabwe, Afganistán y muchos otros lugares. El uso de la tortura nunca está justificado, no importa cuáles sean las circunstancias –continúa Beltrán– y la comunidad internacional debe oponerse frontalmente a los intentos de legitimar la tortura y los malos tratos."
El derecho internacional prohíbe absolutamente la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, incluso durante un estado de guerra o de excepción.
"Guerra contra el terror" En el último año salieron a la luz más indicios de abusos sistemáticos perpetrados por Estados Unidos y sus aliados en el contexto de la “guerra contra el terror”, como reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Muchas de las personas recluidas en Guantánamo y en otros lugares llevan años detenidas sin juicio y han sido sometidas a técnicas de interrogatorio que equivalen a tortura o malos tratos. Las pocas personas detenidas en Guantánamo contra las que se han formulado cargos se enfrentan a tribunales militares que admiten pruebas obtenidas bajo tortura y que socavan el derecho de los acusados a disponer de asistencia letrada adecuada. Estos tribunales distan mucho de cumplir las normas internacionales, y este hecho, junto con la naturaleza de la reclusión de los sospechosos, comporta la probabilidad de que las declaraciones de culpabilidad sean de por sí poco fiables.
Una de las novedades más peligrosas ha sido que Estados Unidos ha desafiado abiertamente la prohibición absoluta de la tortura y los malos tratos, y esto ha fomentado que otros gobiernos hicieran lo mismo. Guantánamo, los centros de detención secreta y la externalización de la tortura mediante entregas “extraordinarias”, en numerosas ocasiones con la complicidad de gobiernos europeos, se han convertido en símbolos ostensibles del abuso de poder por parte de Estados Unidos y en una motivación para que otros gobiernos rechacen el Estado de derecho y para que los grupos armados no lo respeten.
Ante la cancelación el pasado jueves del encuentro de la Administración norteamericana sobre el futuro del centro de detención de Guantánamo, Amnistía Internacional ha pedido que cuanto antes se fije una nueva fecha para el mismo. Esta reunión se produciría más de un año después de que el presidente Bush dijera que le gustaría cerrar el centro. Hacerlo es, en principio sencillo: los detenidos deben ser acusados de un delito reconocible según el derecho internacional y llevados a juicio ante tribunales ordinarios, o bien puestos en libertad con garantías de protección ante otros abusos."
Además, los gobiernos siguieron justificando, en nombre de la seguridad, prácticas que vulneraban gravemente los derechos humanos. En Egipto, Jordania, Siria, Túnez y Yemen se enjuició a presuntos terroristas y opositores políticos ante tribunales militares o especiales y en muchos casos se los declaró culpables en juicios injustos sobre la base de “confesiones” presuntamente obtenidas mediante tortura.
Los gobiernos de Egipto y Pakistán manipularon el miedo a atentados terroristas para promulgar leyes que minaban derechos humanos fundamentales y para justificar violaciones de derechos humanos, como la tortura y los malos tratos, la detención arbitraria y la negación de un juicio justo.
Construir un mundo sin tortura Amnistía Internacional pide a todos los gobiernos que condenen sin reservas los casos de tortura siempre que se produzcan, que garanticen que se investigará sin demora y de forma imparcial todas las denuncias, que se pondrá a disposición judicial a los torturadores y que se garantizará una reparación a las víctimas de la tortura y las personas a su cargo.
Además, la organización solicita a los Estados que aún no han ratificado la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes que lo hagan con carácter prioritario, y a los Estados Parte en esta Convención que hayan establecido reservas, que las retiren. En cuanto a todos los Estados Parte en la Convención contra la Tortura, Amnistía Internacional solicita que ratifiquen sin demora su Protocolo Facultativo.
Los gobiernos pueden hacer muchas cosas para fomentar la erradicación de la tortura y los malos tratos en otros países: a través de sus embajadas pueden observar la práctica de la tortura en un determinado país y plantear sus motivos de preocupación al gobierno pertinente. También hace falta que se den pasos para controlar el comercio de material utilizado para administrar torturas. Debe prohibirse la exportación de material destinado a la tortura y deben implantarse controles estrictos de la exportación de otros materiales usado por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a fin de asegurar que no se utilizará para infligir tortura o malos tratos.
Amnistía Internacional se moviliza contra la tortura en más de 20 localidades españolas Activistas de Amnistía Internacional en España se movilizan en estos días para recordar a las víctimas de la tortura en todo el mundo y denunciar que esta práctica sigue vigente en muchos lugares. Para ello, han organizado recitales poéticos, actos de denuncia, performances de calle, concentraciones, actos de recogida de firmas, obras de teatro y espectáculos musicales en Madrid, Sevilla, Oviedo, Salamanca, Lugo, Cádiz y así hasta 30 localidades.
Por ejemplo, el mismo día 26, en Madrid tendrá lugar una concentración en la Plaza de Santa Ana en la que actuará el colectivo musical "Bloco do Baliza"; en Asturias habrá un espectáculo poético-musical en el Conservatorio de Música de Oviedo; y en Lugo, habrá un acto simbólico en la Plaza Mayor.