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Ambos bandos son responsables de ataques indiscriminados

Una mujer se encuentra en su casa destruida cerca del aeropuerto de Donetsk, en el este de Ucrania. © DOMINIQUE FAGET / AFP / Getty Images

El homicidio de un escolar y de un muchacho de 18 años durante el bombardeo que sufrió el miércoles Donetsk, ciudad del este de Ucrania, pone de relieve la existencia de una constante más general de ataques indiscriminados que podrían constituir crímenes de guerra, ha manifestado Amnistía Internacional hoy. “Tanto el gobierno ucraniano como las fuerzas separatistas deben dejar de inmediato de efectuar ataques indiscriminados, que violan las leyes de la guerra”, ha señalado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“Estas muertes continuas de civiles  –consecuencia previsible de tales ataques– son injustificables, por lo que ambos bandos deben hacer rendir cuentas a los responsables.”
Durante una visita de investigación que realizó a finales de septiembre y principios de octubre, Amnistía Internacional documentó más de 20 muertes recientes de civiles, causadas por disparos de cohetes y artillería en las localidades ucranianas meridionales de Donetsk, Avdiivka y Debaltseve. La mayoría de las muertes, que se produjeron en barrios residenciales, parecían ser consecuencia de ataques indiscriminados, en los que las fuerzas atacantes utilizaron armas que no podían apuntarse con precisión suficiente como para distinguir entre objetos civiles y militares. La gran mayoría de las muertes se produjeron en Donestk, territorio de los separatistas, y probablemente fueran obra de las fuerzas del gobierno ucraniano, pero parece que las fuerzas separatistas fueron también responsables de varias muertes en Avdiivka y Debaltseve, que son zonas bajo el control del gobierno. Las investigaciones de Amnistía Internacional indican de manera convincente que las fuerzas separatistas dispararon desde estos barrios y que las fuerzas del gobierno ucraniano dispararon contra ellos. Al menos en un caso,  las fuerzas del gobierno establecieron una posición de artillería en una zona residencial. “Ambos bandos de este conflicto son responsables de una constante de ataques indiscriminados contra zonas pobladas. Han matado y herido a civiles y destruido viviendas, y no parece que ninguno de los dos esté muy dispuesto a poner fin a estas violaciones del derecho internacional humanitario”, ha explicado John Dalhuisen. El derecho internacional humanitario, es decir, las leyes de la guerra, prohíbe los ataques dirigidos contra civiles y estructuras civiles, así como los ataques en zonas civiles que no puedan dirigirse contra un objetivo militar concreto. Ambos bandos han violado durante el conflicto la prohibición, haciendo uso de proyectiles de mortero y cohetes no guiados, que no pueden dirigirse con precisión, en zonas civiles densamente pobladas. Además, al ubicar tropas, armamento y otros objetivos militares en zonas residenciales, el gobierno ucraniano y las fuerzas separatistas no han tomado todas las precauciones posibles para proteger a la población civil, con lo que la han puesto en peligro violando las leyes de la guerra.
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