Las autoridades talibanas deben investigar urgentemente el secuestro de Alia Azizi, alta funcionaria de prisiones para mujeres, que lleva más de tres meses en paradero desconocido tras acudir al trabajo en Herat. Asimismo, deben dejarla en libertad inmediata e incondicional si se encuentra bajo su custodia, ha declarado Amnistía Internacional.
Alia Azizi, que pertenece a la comunidad de etnia hazara y es directora de la cárcel de mujeres de Herat, no regresó a su casa tras ir a trabajar el 2 de octubre de 2021. Pese a las diversas peticiones que su familia ha realizado a los talibanes para que se investigue el caso, un velo de secreto sigue cubriendo su desaparición.
“Hace más de tres meses de la desaparición de Alia Azizi, y su familia sigue sin tener ninguna noticia sobre su paradero. Su aparente secuestro se produjo en el contexto de las detenciones ilegales por parte de los talibanes de miembros del gobierno anterior, periodistas, y personas críticas en todo el país”, ha afirmado Zaman Sultani, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Meridional.
Según, Mohammad Nazir Arefi, las reiteradas peticiones de la familia a la autoridades talibanas en Herat no han conseguido que el grupo inicie una investigación sobre su desaparición. La única información que han recibido como respuesta es que no está con los talibanes. Desde la desaparición de Alia Azizi, su teléfono ha estado desconectado, y según Arefi, cuando la familia rastreó sus conversaciones telefónicas a través de la empresa proveedora del servicio, la última comunicación fue con el director talibán de la prisióm de Herat.
“Como autoridades del país, los talibanes deben adoptar inmediatamente medidas para llevar a cabo investigaciones exhaustivas, imparciales e independientes sobre este y otros casos de desaparición forzada, ofrecer respuestas a las familias cuyos seres queridos están en paradero desconocido, y hacer rendir cuentas a quienes estén entre sus filas en todo el país y hayan cometido crímenes de derecho internacional y otras violaciones graves de derechos humanos”, ha sostenido Zaman Sultani.
El 16 de enero de 2022, los talibanes trataron de acallar las protestas de mujeres en Kabul que pedían que los talibanes liberaran a Alia Azizi. Para dispersar a las mujeres manifestantes, los talibanes emplearon dispositivos de electrochoque contra ellas y también sustancias químicas, como pulverizadores de pimienta, que les causaron graves irritaciones de piel y ojos, según Human Rights Watch. En septiembre, el Ministerio del Interior talibán emitió la orden de prohibir todas las manifestaciones y reuniones “hasta que se codifique una política sobre manifestaciones”.
“Resulta bastante evidente que las promesas formuladas por los talibanes, especialmente a las mujeres y las niñas afganas, se están incumpliendo, y que se están despreciando absolutamente las obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y humanitario. Los talibanes deben poner fin de manera inmediata al uso de la fuerza ilegítima contra quienes ejercen su derecho de reunión pacífica”, ha declarado Zaman Sultani.
Amnistía Internacional se puso en contacto con los talibanes el 19 de enero para pedirles información; pese a que éstos inicialmente prometieron investigar los casos con las autoridades pertinentes y volver a contactar con Amnistía Internacional, no han proporcionado ninguna respuesta sobre el caso a la organización en el momento de la publicación de este documento. Amnistía Internacional tiene previsto publicar la respuesta de los talibanes en cuanto la reciba.
Información complementaria
Alia Azizi es una de las pocas mujeres que se incorporó a la anterior Policía Nacional de Afganistán a pesar de la constante violencia contra las mujeres en el país. Es graduada de enseñanza secundaria y tiene más de 10 años de experiencia trabajando en la antigua policía de Herat, incluso como directora de la cárcel de mujeres de Herat.
Las recientes investigaciones de Amnistía Internacional han documentado que los talibanes han ejecutado extrajudicial e intencionadamente a miembros de las anteriores fuerzas de seguridad, simpatizantes del gobierno y personas de etnia hazara en todo el país.
