San Sebastián.- El jurado que otorga el Premio Amnistía Internacional en la 21ª edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián ha concedido el galardón al largometraje “Mediha” (“), producción estadounidense dirigida por Hasan Oswald.
La película narra la historia de Mediha, una adolescente Yazidi, superviviente de secuestro y esclavitud por parte del ISIS. Mediha nos lleva en su búsqueda de justicia, confrontando su trauma y dolor a través de video-diarios personales y reclamando su voz iniciando investigaciones sobre su perpetrador.
En opinión del jurado que ha fallado el premio que Amnistía Internacional concede anualmente dentro de este certamen, “la película denuncia el uso de la violencia sexual contra las mujeres y niñas como arma de guerra en el contexto del conflicto bélico en Irak, siendo el cuerpo de una niña, Mediha, tratado como territorio de conquista, mercancía, colonización y absoluta destrucción. Oswald consigue, a través de su documental, visibilizar a las víctimas invisibles de un conflicto armado”.
El jurado, compuesto por el actor Ramón Aguirre, la cineasta Izaskun Arandia y los representantes de Amnistía Internacional Ana Barrera, Imanol Barrenetxea y Alberto Ruiz de Olano, han acordado también otorgar una Mención Especial a la película “Indarkeriaren Oi(h)artzunak” de Amaia Merino y Ander Iriarte, por su uso efectivo del cine como herramienta para visibilizar casos denunciados de tortura que siguen sin esclarecerse.
El festival, que comenzó el 12 de abril, se clausura esta tarde en una ceremonia que tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia, en el curso de la cual se hará entrega del Premio Amnistía Internacional. El galardón de este año es una escultura del artista vasco Koldobika Jauregi, Derecho a la Protesta, unas manos que se alzan para ser respetadas, manos que pueden ser duras cuando cierran el puño, manos que pueden esconder secretos o violencia, pero también como ésta que se muestra abierta, que no es la derecha ni la izquierda, que es la mano de cualquier ciudadano que pregunta y reivindica su derecho a ser oído, respetado y que simplemente pide su derecho al desacuerdo y por ello a la protesta.
