había intentado dejar el consumo y la venta a pequeña escala de drogas
7.000 personas que han muerto en la “guerra contra las drogas”el presidente Rodrigo Duterte llegó al poder, casos que ha documentado Amnistía Internacional
“Se niega la dignidad a las víctimas incluso en la muerte; un funcionario que habló con nosotros contó que algunos policías han llegado a acuerdos con las funerarias locales y se llevan un porcentaje por cada cadáver que les envían.”
Rawya Rageh, Amnistía Internacional
Familiares de Michael Siaron lloran durante su entierro el 3 de agosto de 2016. © NOEL CELIS/AFP/Getty Images
no tienen que responder a ninguna pregunta Jee Ick-joo
Un supuesto drogadicto yace muerto mientras los agentes de policía investigan la escena del crimen. Desde que el presidente Rodrigo Duterte llegó al poder, prometiendo mejorar las condiciones de vida de los pobres y limpiar las calles de delincuencia, algunas personas se han tomado la justicia por su mano y han matado a cualquier presunto consumidor o vendedor de drogas. © NOEL CELIS/AFP/Getty Images> El martes por la noche, al día siguiente de que la policía declarase que había abandonado sus operaciones antidroga, apareció el cadáver de Aldrin de Guzman, de 24 años, cerca de su domicilio. Los asesinos lo habían dejado en la calle, en una escena que se ha vuelto inquietantemente familiar para la ciudadanía filipina. Cada mañana, la gente camina por la calle, junto a los cadáveres, sintiendo el miedo que los asesinos han dejado para ellos.
Es un miedo ya extendido en todos los barrios empobrecidos del archipiélago, cuyos residentes temen ser, ellos mismos o un ser querido, los próximos. La misma policía que debería debe protegerlos les está dando caza, siguiendo las instrucciones del presidente, que debería ser su mayor defensor. “Si eres pobre”, como nos dijo el familiar de una víctima, “te matan”.