En respuesta al anuncio hecho por el Comité de Investigación de Rusia respecto a que tres prisioneros de guerra ucranianos, entre ellos el defensor de los derechos humanos Maksym Butkevych, han sido “declarados culpables” de crímenes de guerra por “tribunales supremos” en las regiones de Luhansk y Donetsk, ocupadas por Rusia, y han recibido largas penas de prisión, Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Las llamadas ‘declaraciones de culpabilidad’ de Maksym Butkevych, Viktor Pohozei y Vladyslav Shel dictadas en estos simulacros de juicio deben considerarse nulas y sin efecto”.
“Al otorgar la labor de impartir ‘justicia’ sobre cuestiones tales como crímenes de guerra a un poder judicial no reconocido en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania, la propia Rusia está violando el derecho internacional humanitario al negar a los prisioneros de guerra ucranianos su derecho fundamental a un juicio justo. Privar deliberadamente a un prisionero de guerra de su derecho a un juicio justo e imparcial constituye un crimen de guerra.”
“Está más que claro que estos juicios mediáticos son simplemente un acto de despiadada represalia contra los prisioneros de guerra ucranianos. Rusia debe respetar plenamente el derecho de los prisioneros de guerra ucranianos y poner fin a estos simulacros de juicio y otras violaciones de derechos humanos.”
Información complementaria
El 10 de marzo, el Comité de Investigación de Rusia, la agencia responsable de investigar delitos graves, anunció que tres prisioneros de guerra ucranianos (Viktor Pohozei, Maksym Butkevych y Vladyslav Shel) habían sido declarados culpables de crímenes de guerra en virtud del Código Penal ruso.
Viktor Pohozei, Maksym Butkevych y Vladyslav Shel fueron condenados a 8,5, 13 y 18,5 años de prisión, respectivamente. El Comité de Investigación de Rusia afirmó que, como miembros de las fuerzas armadas ucranianas, estos hombres habían violado con sus actos los convenios de Ginebra, al atacar deliberadamente a civiles y, en algunos casos, herirlos.
Maksym Butkevych, conocido periodista ucraniano y destacado defensor de los derechos humanos, se unió voluntariamente a las fuerzas armadas ucranianas en marzo de 2022, tras la invasión en gran escala de Ucrania por parte de Rusia. En julio de 2022 se publicó en una red social prorrusa un vídeo en el que Maksym Butkevych hablaba a la cámara sobre su cautiverio y el de su unidad. Viktor Pohozei y Vladyslav Shel también permanecen cautivos de Rusia desde 2022.
En una descarada violación del derecho de los prisioneros de guerra ucranianos a un juicio justo, en julio de 2022, Aleksandr Bastrykin, director del Comité de Investigación de Rusia, anunció que las autoridades rusas habían abierto más de 1.300 investigaciones penales contra cientos de ciudadanos ucranianos, entre ellos al menos 220 sospechosos de haber cometido “crímenes contra la paz y la seguridad de la humanidad”, y añadió que se había acusado ya a más de 92 miembros de las fuerzas ucranianas. Este anuncio se produjo después de que un “tribunal” separatista de la región de Donetsk, ocupada por Rusia, ordenara en junio la muerte de dos ciudadanos británicos capturados y un ciudadano marroquí también capturado (que fueron liberados más tarde como parte de un intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia).