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Se necesita una acción internacional para proteger a los civiles de los ataques transfronterizos

Londres.- Mientras los jefes de Estado de la Unión Africana (UA) se reúnen en Banjul, Gambia, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debate el despliegue de tropas de mantenimiento de la paz de la ONU en Darfur, Amnistía Internacional ha pedido hoy, 29 de junio, que la comunidad internacional emprenda acciones urgentes para proteger a la población civil del este de Chad de los ataques transfronterizos que se originan en Sudán.

“Nos encontramos ante una oportunidad clave para que tanto la Unión Africana como las Naciones Unidas den una respuesta coordinada y efectiva a la larga crisis de derechos humanos de Darfur, una crisis que está rebasando la frontera con Chad y que podría desestabilizar la región”, ha manifestado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.

“El gobierno de Chad debe hacer frente a su responsabilidad de garantizar la protección de su población civil y buscar la ayuda de una fuerza internacional, si es necesario.”

Amnistía Internacional ha hecho su llamamiento al tiempo que difunde unas grabaciones de vídeo que revelan gráficamente los asesinatos y la destrucción que tienen lugar a lo largo de la frontera entre Chad y Sudán, y mientras hace público un informe que analiza los abusos y destaca la manera en que ambos gobiernos están incumpliendo sus responsabilidades.

“El gobierno de Chad ha abdicado prácticamente de su responsabilidad de proteger a su propia ciudadanía a lo largo de la frontera con Sudán, dejando a la población expuesta a los ataques de la milicia yanyawid y a la explotación de los grupos armados sudaneses presentes en el este de Chad.”

“El gobierno sudanés está permitiendo que la milicia yanyawid ataque impunemente a la población civil de Chad a través de la frontera, matando, saqueando y despoblando la tierra a lo largo de la línea fronteriza.”

“Los yanyawid están dirigiendo sus ataques contra comunidades prácticamente indefensas, sin que el gobierno de Sudán ni el de Chad se lo impidan. La comunidad internacional debe tomar medidas efectivas ya, antes de que la situación se deteriore aún más.”

“La Cumbre de la UA que se celebra esta semana debe transmitir a Sudán una señal clara de que no puede seguir bloqueando sin consecuencias el despliegue de una operación de mantenimiento de la paz de la ONU. La UA debe establecer un programa de acción claro para presionar al gobierno sudanés, un programa que podría incluir sanciones y la suspensión de la decisión de permitir que Sudán asuma la presidencia de la UA en 2007."

El Consejo de Seguridad de la ONU examinará esta semana los resultados de la misión de evaluación de la ONU sobre el despliegue de una misión de mantenimiento de la paz en Darfur.

“La crisis que se está desarrollando en el este de Chad indica que el tiempo se acaba, y es imperativo que los miembros del Consejo muestren una mayor determinación de presionar al gobierno sudanés para que acepte una operación de mantenimiento de la paz en Darfur con un mandato de protección y con capacidad para impedir las incursiones transfronterizas.”

“La tragedia de derechos humanos que se vive en el este de Chad es consecuencia directa del conflicto de Darfur, por lo que corresponde a la comunidad internacional abordar la crisis humanitaria y de derechos humanos a ambos lados de la frontera.”

“El Consejo de Seguridad de la ONU no sólo debe mostrar una mayor disposición a hacer frente al vacío de protección que existe en el este de Chad, sino que debe hacerlo con carácter de urgencia, sin esperar a que el gobierno sudanés actúe respecto a Darfur. La población civil del este de Chad necesita desesperadamente protección, y no debe ser rehén del ritmo de las negociaciones con Jartum.”

“Mientras aumenta el vacío político y de protección del este de Chad, existe un peligro real de que la situación se agrave”, ha manifestado Irene Khan.

Desde septiembre de 2005, los ataques de los yanyawid contra el este de Chad han obligado a desplazarse a entre 50.000 y 75.000 personas, que se han trasladado hacia el interior. Unas 15.000, sin otra vía de escape, se han trasladado hacia Darfur. Las personas desplazadas apenas tienen acceso –si es que lo tienen– a ayuda humanitaria y, desesperadas por hallar protección, se están convirtiendo en un foco potencial de reclutamiento de los grupos armados de Darfur con base en el este de Chad.

El informe destaca asimismo una práctica emergente de coordinación entre los yanyawid y los grupos armados de Chad con base en Darfur. Mientras estos últimos organizan ataques contra el ejército de Chad a lo largo de una parte de la frontera, los yanyawid se lanzan contra la población civil en otra parte, atacando a tribus específicas no aliadas con los rebeldes de Chad.

Los ataques de los yanyawid han ido dirigidos deliberadamente a provocar división, atacando a los grupos más grandes y ricos mientras las tribus más pequeñas se aliaban con la milicia yanyawid. Muchos dirigentes locales dijeron a los investigadores de Amnistía Internacional en el este de Chad en junio de 2006 que estaban desesperados por conseguir armas con las que defenderse de los ataques. Si se arman, existe el peligro de que la violencia vaya en aumento a medida que las comunidades se vuelven cada vez más unas contra otras.

Entre las recomendaciones de Amnistía Internacional se encuentran las siguientes:

- el gobierno de Chad debe proteger a la población civil de las zonas afectadas y buscar la ayuda de una fuerza internacional, si es necesario, para reforzar la seguridad en las áreas en las que personas refugiadas y desplazadas y otros civiles se enfrentan a la amenaza de ataques;

- la ONU y la Unión Africana deben presionar al gobierno sudanés para que acepte una operación de mantenimiento de la paz de la ONU y para que tome medidas para impedir los ataques transfronterizos de los yanyawid;

- la ONU debe desplegar una operación de mantenimiento de la paz en Darfur con un sólido mandato de protección, y debe considerar medios efectivos de garantizar la seguridad de la población civil en el lado chadiano de la frontera, en cooperación con las autoridades de Chad;

- la comunidad internacional debe brindar el apoyo político, económico y logístico necesario a la misión de la UA en Darfur para fortalecer su capacidad de proteger a la población civil;

- la ONU debe establecer una comisión de investigación sobre los ataques contra la población civil en el este de Chad, y debe hacer públicas sus conclusiones y recomendaciones;

- los gobiernos de Sudán y Chad deben cooperar plenamente con la CPI para garantizar que los responsables de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Darfur y Chad comparecen ante la justicia, y que las víctimas reciben reparación.

"Lo que sucede actualmente en el este de Chad recuerda lo que sucedió en los primeros días del conflicto de Darfur: vemos las mismas prácticas de abusos perpetradas por los mismos autores”, ha manifestado Irene Khan.

“Las semillas de Darfur están dando fruto en el este de Chad, y la comunidad internacional recolectará una sangrienta cosecha a menos que actúe de forma urgente y consecuente en ambos lados de la frontera.”

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