Ante la decisión judicial anunciada hoy de archivar la causa contra el medio informativo independiente Free Media por su supuesta “cooperación con una organización indeseable”, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Es la primera vez que las autoridades rusas actúan contra una organización mediática en aplicación de la ley sobre 'organizaciones indeseables' por la fugaz exhibición del logo de una organización arbitrariamente prohibida. El tribunal desestimó la causa por motivos de forma, debido a la prescripción de la infracción, pero el hecho mismo de que se abriera una causa contra Free Media dice mucho sobre la censura de los medios de comunicación independientes. En ningún caso debería haberse abierto un proceso. Las represalias alcanzan nuevas cotas de irracionalidad en Rusia, donde ahora está claramente prohibido hablar en nombre de ciertas organizaciones, entre ellas Rusia Abierta (Otkrytaya Rossiya).”
“Pedimos a las autoridades rusas que pongan fin a los ataques contra el derecho a la libertad de expresión y asociación y contra la libertad de medios de comunicación, y que dejen de perseguir a defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas pacíficos y presuntos detractores del gobierno.”
Información general
El lunes, un tribunal de Krasnodar desestimó la petición de la fiscalía de penalizar al medio informativo Free Media y a su redactor jefe, Vladislav Yanyushkin, en aplicación del artículo 20.33 del Código de Infracciones Administrativas ruso (“implementación de las actividades de una organización indeseable”). La causa instigada en su contra se debe a la publicación en Internet de un vídeo en el que aparece el logo de Rusia Abierta (Otkrytaya Rossiya), movimiento de derechos humanos y democracia, prohibido arbitrariamente por las autoridades rusas en abril de 2017 en virtud de la ley sobre “organizaciones indeseables”.
Desde que entró en vigor la ley sobre “organizaciones indeseables” en mayo de 2017, 15 entidades extranjeras han pasado a formar parte de una lista negra. La prohibición de dos de ellas —Rusia Abierta, con sede en Reino Unido, y el Movimiento Cívico Rusia Abierta— se utilizó para perseguir a los miembros del movimiento ruso homónimo.