En respuesta a la decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) de establecer un mecanismo de vigilancia independiente sobre la situación de los derechos humanos en Rusia, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha afirmado:
“Amnistía Internacional celebra que el Consejo de Derechos Humanos haya decidido por fin someter a escrutinio el historial de derechos humanos de Rusia. Bajo el liderazgo de Vladimir Putin, el país ha visto cómo se aplastaba a la oposición política, se ilegalizaban las ONG y el activismo de base, se cerraban medios de comunicación y toda la sociedad civil quedaba arrasada. La ilegítima agresión de Rusia a Ucrania es la más clara demostración del inveterado desprecio de Putin por la vida y los derechos humanos.”
“La creación de este importante mecanismo será la tabla de salvación que desde hace largo tiempo esperaban la sociedad civil, los medios de comunicación independientes y en general la resistencia a la represión en Rusia. Pedimos a todos los Estados que apoyen la rápida implantación de este mandato de observación y presentación de informes y que den todo su apoyo a las víctimas de las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por las autoridades nacionales. Pedimos a las autoridades rusas que atiendan al claro mensaje que el Consejo de Derechos Humanos les envía al establecer este mecanismo y que cambien radicalmente de rumbo para acabar con las violaciones dentro y fuera del país.
“El buen resultado de la votación de hoy no debe hacernos olvidar que ayer el Consejo de Derechos Humanos no consiguió programar un debate sobre la situación en Xinjiang (China), pero demuestra que el Consejo tiene capacidad para abordar situaciones graves atendiendo a las circunstancias de cada caso. Seguiremos exigiendo al Consejo y a sus Estados miembros que se mantengan en esta línea.”