El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha resuelto por unanimidad que la ex República Yugoslava de Macedonia (Macedonia) fue responsable de la detención ilegal, desaparición forzada, tortura y otros malos tratos del ciudadano alemán Khaled El Masri, y de su transferencia fuera de Macedonia a lugares en los que sufrió graves violaciones adicionales de sus derechos humanos. Esta resolución marca un momento histórico, ya que es la primera vez que se hace responsable a un Estado europeo de su participación en los programas secretos dirigidos por Estados Unidos, y supone un hito en la lucha contra la impunidad.
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Las autoridades macedonias detuvieron a Khaled El Masri, de ascendencia libanesa, el 31 de diciembre de 2003, después de que hubiera entrado en Macedonia desde Serbia.Lo mantuvieron recluido en régimen de incomunicación y lo sometieron a desaparición forzada, interrogatorios reiterados y malos tratos hasta el 23 de enero de 2004, cuando lo entregaron a agentes de la CIA.
Como parte del programa encubierto de entregas y detenciones secretas dirigido por Estados Unidos, la CIA trasladó a Khaled El Masri a un centro secreto de detención en Afganistán.
Allí permaneció recluido ilegalmente en secreto, sin que se le acusara de ningún delito y sin que su detención fuera objeto de revisión judicial. No tuvo acceso a un abogado. Permaneció recluido en régimen de incomunicación, sin que se reconociera su paradero. A consecuencia de ello, estuvo más de cuatro meses sometido a desaparición forzada. Mientras estuvo en Afganistán sufrió tortura y otros malos tratos.
El 28 de mayo de 2004, Khaled El Masri fue metido en un avión y trasladado a Albania, donde quedó en libertad.