En respuesta a la decisión del Tribunal Penal Central de Londres de no aprobar la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, donde correría peligro de sufrir malos tratos en prisión, Nils Muižnieks, director de Amnistía Internacional para Europa, ha manifestado:
“Nos satisface el hecho de que Julian Assange no vaya a ser enviado a Estados Unidos y que el tribunal haya reconocido que, a causa de sus problemas de salud, Assange correría peligro de sufrir malos tratos en el sistema penitenciario estadounidense. Sin embargo, para empezar, no deberían haberse formulado cargos contra él. Esos cargos fueron de motivación política, y el gobierno británico nunca debería haber ayudado de tan buena gana a Estados Unidos en su implacable persecución de Assange”.
“El hecho de que la sentencia sea correcta y salve a Assange de la extradición no exonera a Reino Unido de haber participado en este proceso de motivación política a instancias de Estados Unidos y haber sometido a juicio la libertad de prensa y la libertad de expresión. Se ha sentado un terrible precedente del que Estados Unidos es responsable y el gobierno británico es cómplice.”
Información complementaria
La solicitud de extradición de Estados Unidos se basa en una serie de cargos directamente relacionados con la publicación de documentos clasificados filtrados como parte del trabajo de Assange con Wikileaks. La publicación de este tipo de información es una piedra angular de la libertad de prensa y del derecho de la ciudadanía a la información sobre las actuaciones indebidas de los gobiernos. La publicación de información por interés público está protegida por el derecho internacional de los derechos humanos, y no debe ser criminalizada.
Si hubiera sido extraditado a Estados Unidos, Julian Assange podría haber sido juzgado por 18 delitos, 17 de ellos en aplicación de la Ley de Espionaje y uno en virtud de la Ley de Abuso y Fraude Informático. También correría un riesgo real de sufrir violaciones graves de derechos humanos a causa de unas condiciones de reclusión que podrían constituir tortura y otros malos tratos, entre ellas la reclusión prolongada en régimen de aislamiento. Julian Assange es el primer editor que se enfrenta a un enjuiciamiento en aplicación de la Ley de Espionaje.