Reconocer, reparar e impedir las “entregas extraordinarias” de la CIA

Bruselas.- Mientras los jefes de Estado y de gobierno de los 27 países de la Unión Europea (UE) se preparan para reunirse en Bruselas para debatir la reforma del tratado, Amnistía Internacional vuelve a pedir a la UE que actúe en respuesta a las graves acusaciones de complicidad en actividades ilegales en el contexto de la lucha contra el terrorismo hechas contra varios Estados miembros. “Al intentar trazar el futuro de la UE, sus dirigentes no pueden pasar por alto este asunto fundamental, que ante todo pone en tela de juicio la credibilidad de la organización. Hoy en día, cuando la UE critica los abusos contra los derechos humanos que se cometen en Rusia o en China, se le recuerda la complicidad europea en las ‘entregas’ de la CIA”, ha dicho Dick Oosting, director de la Oficina ante la UE de Amnistía Internacional. Las nuevas revelaciones del Consejo de Europa sobre la existencia de prisiones secretas en Rumania y Polonia son sólo el último de una serie de descubrimientos que en los últimos dos años han deteriorado gravemente la credibilidad de la UE, tanto internamente como en el ámbito internacional. Recientemente, Amnistía Internacional, junto con otras grandes organizaciones de derechos humanos, publicó un informe en el que figuraban los nombres de 39 hombres de quienes sigue sin saberse nada y que se cree que han sido sometidos a desaparición forzada por las autoridades estadounidenses (véase Sin rastro oficial: Detenciones secretas de la CIA en web.amnesty.org/pages/stoptorture-070607-features-esl) Hay grandes probabilidades de que Estados miembros de la UE estuvieran implicados en al menos algunos de estos casos. A la luz del informe del Consejo de Europa, también es probable que varios de estos hombres hayan sido detenidos y torturados en territorio de la UE. Y sin embargo, los dirigentes de la UE han respondido con el silencio a estos insólitos datos. En realidad no ha habido una sola declaración de reconocimiento ni un desmentido, sino que, mientras se acumulan los descubrimientos, el debate se desvía una y otra vez hacia la cuestión de las “pruebas”. “El debate sobre si hay o no pruebas suficientes puede continuar indefinidamente, pero la cuestión seguirá ahí. La UE debería fijarse en Canadá y el caso Maher Arar, y aprender de un país que al menos ha reconocido el problema y asumido su responsabilidad política”, ha dicho Oosting. “Aunque sólo sea por la gravedad de las acusaciones, la UE debería asumir su responsabilidad política. Sin embargo seguimos esperando que algún dirigente de la organización dé el primer paso y diga que es asunto de la UE detener e impedir el secuestro, la tortura y las desapariciones en Europa”, ha añadido Oosting. En una carta dirigida a los dirigentes de la UE (disponible en www.amnesty-eu.org), Amnistía Internacional ha expresado su decepción y su preocupación por la falta de liderazgo para abordar esta cuestión y ha pedido a la UE y sus Estados miembros que: - Reconozcan sus responsabilidades. - Detengan las violaciones que estén produciéndose. - Garanticen las reparaciones a las víctimas. - Pongan a disposición judicial a los responsables de violaciones de derechos humanos. - Impidan nuevas violaciones graves de los derechos humanos en el futuro.