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Preocupación por los combates entre el ejército y el grupo Fatah Al Islam

Amnistía Internacional siente enorme preocupación por las muertes de civiles consecuencia de los enfrentamientos en el campo de Nahr Al Bared entre combatientes fuertemente armados de Fatah Al Islam y el ejército libanés. A la organización le preocupa especialmente el uso por el ejército de la artillería y de otras armas pesadas, como fuego de carros blindados, contra zonas densamente pobladas. Sean cuales fueren las armas y las tácticas que emplee, incluso durante cualquier intento que pueda hacer aún para tomar el control del campo por la fuerza, el ejército libanés debe usar una fuerza proporcional y adoptar en todo momento las precauciones necesarias para proteger y salvaguardar la seguridad de los civiles.

Por su parte, Fatah Al Islam tiene la obligación de garantizar que los civiles no se vean expuestos innecesariamente a los combates y que se les permite salir del campo si así lo desean. Los civiles que deseen marcharse deben ser evacuados, debiéndose facilitar y proteger sus movimientos.

Además, se debe permitir a las organizaciones humanitarias, como la Cruz Roja y la ONU, el acceso inmediato y sin restricciones al interior del campo, donde los civiles tienen problemas crecientes, también debido a los cortes del suministro de agua y de electricidad.

Los países que tienen influencia en el gobierno libanés deben asegurarse de que las armas que se entreguen al ejército libanés no contribuyan a que se cometan abusos contra los derechos humanos.

Existe el peligro real de que los enfrentamientos se extiendan a otros campos de refugiados palestinos o se conviertan en una oleada de violencia política generalizada en el Líbano, lo que suscita de nuevo el temor de que se reproduzca la violencia entre comunidades que caracterizó las décadas de 1970 y 1980. Con independencia de su causa inmediata, estos incidentes ponen de relieve el hecho de que la comunidad internacional lleva mucho tiempo sin resolver el conflicto entre Palestina e Israel, causa permanente de temor y polarización en todo el mundo, como se muestra en el Informe Anual 2007 de Amnistía Internacional, publicado hoy, 23 de mayo.

"El Consejo de Seguridad de la ONU tardó cuatro semanas en pedir un alto el fuego en el Líbano durante el conflicto de 2006; la ONU debe actuar con más urgencia esta vez –ha declarado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional–. Lo que hace falta con urgencia es un compromiso basado en principios y sostenido de la ONU y de los líderes mundiales para abordar la situación en el Líbano y de Oriente Medio en general."

Información complementaria Hasta la fecha, al menos 70 personas han perdido la vida en los combates que estallaron hace cuatro días entre el grupo islamista radical Fatah Al Islam y el ejército libanés. Los combates comenzaron en Trípoli, en el norte del país, y luego se extendieron al campo de Nahr Al Bared, que alberga a cerca de 30.000 refugiados palestinos. Según informes, el ejército ha empleado armas pesadas, incluidos carros blindados. Entre las víctimas hay al menos 13 civiles, aunque la cifra real es probablemente superior, además de alrededor de 30 soldados libaneses y 25 combatientes. Miles de refugiados pudieron finalmente salir del campo la pasada noche, durante un paréntesis en los combates, y muchos continúan saliendo.

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