Ante las declaraciones realizadas esta mañana por el Presidente del Gobierno ante el Pleno del Congreso de los Diputados en los que ha asegurado que desde abril de de 2022 se ha abierto una nueva etapa en la gestión política migratoria con Marruecos con “una base mucho más firme”, el portavoz de Amnistía Internacional España, Carlos Escaño, ha afirmado:
“Resulta decepcionante comprobar cómo el presidente del Gobierno vuelve a dar la espalda no sólo a las víctimas de la tragedia de Melilla sino también a los derechos humanos y a la legislación española en materia de migración y asilo. Pedro Sánchez tenía hoy una oportunidad para anunciar un giro de la política del gobierno dando un paso adelante en la investigación de lo ocurrido el 24 de junio y en la búsqueda de responsables”.
“Quizás lo más descorazonador de la intervención del presidente y su terrible olvido respecto a las víctimas, -a las que solo se refirió como ‘escenas que no queremos volver a ver’- es comprobar cómo la pérdida de decenas de vidas humanas no ha sido suficiente para que el gobierno español se replantee su política fronteriza. Por tanto, no hay nada que nos pueda hacer pensar que tragedias como la del pasado junio no puedan volver a repetirse en las fronteras de Ceuta o Melilla”.
“En su intervención el presidente ha señalado que su objetivo es que la gestión de nuestra frontera se rija por ‘los estándares internacionales’ pero no ha concretado ninguna medida para conseguirlo. Además, resulta llamativa la falta de transparencia sobre los veinte acuerdos anunciados en la pasada cumbre con Marruecos. En otras palabras, seguimos sin saber cuál es el precio que pagamos a Marruecos por subcontratar nuestro control fronterizo, ni, sobre todo, qué consecuencias considera el Gobierno que puede tener la actual reducción de llegadas para los derechos de las personas migrantes y refugiadas que quieren llegar a nuestro país”.
¿Qué pasó en Melilla?
La actuación policial conjunta de las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes contribuyeron a que al menos 37 personas fallecieran y al menos 77 desaparecieran el pasado 24 de junio en la zona fronteriza del Barrio Chino en Melilla.
Amnistía Internacional considera que hubo uso excesivo de la fuerza y omisión de socorro frente a las cientos de personas, algunas visiblemente heridas, que permanecieron durante horas en un recinto sin salida y sin recibir ningún tipo de asistencia sanitaria. Además, según cifras del Defensor del Pueblo, la policía española devolvió sin garantías a Marruecos al menos 470 personas, muchas de ellas sin duda merecedoras de asilo, ya que la mayoría procedían de Sudán.
Hasta el momento, ningún funcionario, marroquí o español, ha comparecido ante la justicia por las violaciones de derechos que provocaron la muerte, la desaparición y las heridas de tantas personas. Ni se ha ofrecido información relevante sobre lo ocurrido a las familias de los fallecidos y desaparecidos.
El pasado 1 de febrero, España y Marruecos celebraron una Reunión de Alto Nivel que supuso la continuidad del oscurantismo respecto a los acuerdos entre ambos países en materia migratoria en general y sobre la tragedia vivida en la frontera de Melilla en particular.
A finales del mes pasado el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa publicó un informe en el que manifiesta la existencia en toda Europa, incluida España, de “claros patrones de malos tratos físicos” contra personas en el contexto de operaciones de devolución sin el debido procedimiento así como un desprecio persistente de las salvaguardias jurídicas básicas y del derecho a acceder al asilo.