Bruselas. - Ante la Cumbre entre la Unión Europea y Estados Unidos, que se celebra en Washington hoy, Amnistía Internacional ha pedido que no se sigan pasando por alto los abusos contra los derechos humanos perpetrados en la lucha contra el "terrorismo".
En un comunicado enviado a la canciller Merkel en febrero la organización de derechos humanos instó a que se aproveche esta ocasión para pedir al gobierno estadounidense que:
- Tome medidas prácticas para el cierre de Guantánamo y otros centros de detención similares; - Ponga fin al programa de detenciones secretas de la CIA y revele los nombres y los lugares donde se encuentran todas las personas que aún están recluidas en este tipo de centros; - Ponga fin al programa de entregas extraordinarias, como exigió el Parlamento Europeo.
A pesar de los llamamientos hechos desde todas las partes del mundo para que se cierre, cinco años después Guantánamo sigue lleno, con cientos de personas de más de 30 nacionalidades.
En junio de 2006, Amnistía Internacional presentó a las autoridades estadounidenses un marco de medidas concretas para cerrar Guantánamo. Es responsabilidad de la administración estadounidense encontrar una solución que sea compatible con las normas internacionales. Pero la UE puede y debe presionar para que las autoridades estadounidenses comiencen por fin a tomar medidas para cerrar lo que se ha convertido en un símbolo universal de la injusticia.
En ese mismo espíritu, Amnistía Internacional también ha pedido que la UE ofrezca el apoyo necesario para conseguir que los detenidos sean juzgados con garantías o puestos en libertad, y que los Estados miembros de la organización europea se planteen el reasentamiento de aquellos que no puedan regresar seguros a su país de origen.
Sin embargo, como admitió el propio presidente Bush el pasado septiembre, Estados Unidos ha recurrido también a una serie de centros de detención secreta, que forman parte de un “programa de detenidos terroristas de alto valor” operado por la CIA. Amnistía Internacional insta a la UE a pedir que este tipo de prácticas terminen y que se revelen los nombres de las personas detenidas en estos centros.
“Lo que se pide es básico para cualquier democracia que funciona con reglas: cuando éstas se rompen, es preciso hacer algo al respecto”, ha dicho Dick Oosting, director de la Oficina de Amnistía Internacional ante la UE.
“La UE no gana nada rehuyendo estas cuestiones, ni en casa ni en el extranjero. No gana el respeto de Estados Unidos y, por supuesto, tampoco el de sus ciudadanos”, añadió.
