Londres.- La condena impuesta por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia a Milan y Sredoje Lukic por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad imparte justicia por los homicidios de decenas de personas durante la guerra de Bosnia y Herzegovina, pero ignora el sufrimiento de las víctimas de violencia sexual, ha manifestado Amnistía Internacional.
Los dos primos serbios de Bosnia y miembros del grupo paramilitar Águilas Blancas, fueron declarados culpables el 20 de julio de delitos –incluidos asesinato, persecución, exterminio y tortura– cometidos contra la población civil de la zona de Višegrad, en Bosnia y Herzegovina, durante la guerra de 1992 a 1995. Milan y Sredoje Lukic fueron condenados a cadena perpetua y 30 años de prisión, respectivamente.
Amnistía Internacional lamenta profundamente que la Fiscalía no investigara los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad de violencia sexual, incluida la violación, que, según los informes, se han cometido, y por los que nadie ha respondido ante el Tribunal.
“Las mujeres violadas en Višegrad merecen justicia también. Los responsables de esos delitos también deben rendir cuentas”, ha manifestado Nicola Duckworth, directora del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Más de una década después de la guerra, estas mujeres se ven obligadas a vivir con el recuerdo de su sufrimiento, sin poder recibir reconocimiento y una compensación.”
Tanto el Tribunal para la ex Yugoslavia como el Tribunal Estatal de Bosnia y Herzegovina han reunido pruebas fidedignas sobre el secuestro de jóvenes posteriormente recluidas, violadas y sometidas a otros delitos de violencia sexual en el hotel Vilina Vlas, cerca de Višegrad. Esas pruebas señalan la presunta responsabilidad de Milan y Sredoje Lukic como autores de violación y otros delitos de violencia sexual. Varias organizaciones no gubernamentales han documentado también testimonios de víctimas que afirman haber sido violadas por miembros de grupos paramilitares bajo el mando de Milan Lukic. Amnistía Internacional, en 1993, documentó dos casos de niñas que denunciaron haber sido violadas en el hotel Vilina Vlas, al parecer por miembros de la milicia Águilas Blancas, bajo el mando de Milan Lukic.
Amnistía Internacional pide al fiscal del Tribunal Estatal de Bosnia y Herzegovina que abra una investigación sobre el considerable número de denuncias contra Milan y Sredoje Lukic en relación con crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad de violencia sexual cometidos en la zona de Višegrad.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA La violación y otras formas de violencia sexual fueron práctica generalizada durante la guerra de 1992 a 1995 en Bosnia y Herzegovina. Pese a que el conflicto concluyó hace más de 13 años, los gobiernos sucesivos no han llevado a los responsables ante la justicia.
Muchos autores de crímenes de guerra de violencia sexual siguen gozando de impunidad y, a menudo, viven en las mismas comunidades que sus víctimas. Las supervivientes de esos crímenes sufren traumas y otros problemas psicológicos y físicos. A menudo no tienen acceso a ayuda psicológica, y el acceso a servicios de salud es limitado, especialmente para las mujeres de zonas remotas del país. Muchas supervivientes carecen de empleo y viven en la pobreza, por lo que no pueden permitirse las medicinas, ni siquiera cuando se las receta un médico.