Hyundai Construction Equipment (Hyundai CE) debe tomar medidas inmediatas para impedir que sus productos sigan implicados en las demoliciones de Masafer Yatta, han manifestado hoy Amnistía Internacional yDemocracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN). Estas organizaciones han documentado cinco casos en los que las fuerzas israelíes han utilizado excavadoras fabricadas por Hyundai CE para arrasar propiedades palestinas en Masafer Yatta, una zona de la Cisjordania ocupada donde unas 1.150 personas palestinas se hallan en riesgo inminente de traslado forzoso. Las demoliciones en cuestión desplazaron al menos a 15 personas palestinas, entre ellas 6 menores de edad, y constituyen crímenes de guerra según el Cuart Convenio de Ginebra.
Amnistía Internacional presentó sus conclusiones por escrito a Hyundai CE y le solicitó que explicara los procedimientos de diligencia debida aplicados en materia de derechos humanos con la intención de impedir que las fuerzas israelíes utilizaran sus productos para cometer violaciones de derechos humanos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (TPO). Hyundai CE respondió declarando carecer de “implicación en actividades de asentamiento israelí”, pero no proporcionaba detalles sobre la diligencia debida. Tampoco abordaba los motivos de preocupación de Amnistía Internacional acerca del uso de productos de Hyundai CE por parte de las fuerzas armadas israelíes para llevar a cabo demoliciones en Masafer Yatta. Amnistía Internacional escribió también a EFCO Ltd (EFCO), distribuidor exclusivo de Hyundai CE en Israel, si bien al redactarse estas líneas no había recibido respuesta.
“La población palestina de Masafer Yatta vive en un estado de temor constante, oteando el horizonte por si llegan las fuerzas israelíes y las excavadoras, lo que significaría el fin de la vida tal y como la conocen. Algunas de las personas residentes ya han visto a las fuerzas armadas israelíes derribar con excavadoras las viviendas de sus vecinos y destruir infraestructuras esenciales para la localidad, y estas excavadoras llevaban el logotipo de Hyundai”, ha declarado Mark Dummett, director de Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
“Hyundai CE debe tomar medidas urgentes para evitar que sus productos faciliten traslados forzosos y demoliciones ilegítimas de viviendas. Estas violaciones contribuyen a mantener el sistema de apartheid de Israel y son crímenes previstos por el derecho internacional, por lo que ninguna empresa debe estar vinculada a estos actos ni beneficiarse de ellos. Pedimos a Hyundai CE que corte sus vínculos con su distribuidor israelí EFCO hasta que éste tome medidas concretas para garantizar que los productos de Hyundai CE no se utilizan para cometer violaciones de derechos humanos.”
Amnistía Internacional considera que Hyundai CE no ha obrado con la diligencia debida en materia de derechos humanos en lo que respecta a sus operaciones empresariales en Israel. En una evaluación de riesgos adecuada debería haberse señalado la probabilidad de que las fuerzas israelíes terminaran utilizando los productos de Hyundai CE para cometer violaciones en Israel y los TPO. Hyundai CE tiene ahora la responsabilidad de mitigar los daños asociados. Para ello, debe adoptar medidas tales como revisar sus directrices de derechos humanos y publicar un plan en el que se expongan los pasos que dará para evitar que sus productos estén implicados en violaciones de derechos humanos.
Amnistía Internacional y DAWN piden a Hyundai CE que suspenda la distribución de sus productos en Israel a través de EFCO hasta que éste se comprometa a obrar con la diligencia debida en materia de derechos humanos y garantice que los usuarios finales no utilizan maquinaria de Hyundai CE para actividades ilegítimas.
Las fuerzas israelíes derriban viviendas con excavadoras de Hyundai CE
En mayo de 2022, el Tribunal Superior de Israel rechazó una petición de las personas residentes en Masafer Yatta y resolvió que la demolición de nueve pueblos y aldeas podía seguir adelante, lo que dio luz verde a uno de los mayores actos de traslado forzoso en los TPO desde 1967. Hasta la fecha se han llevado a cabo decenas de demoliciones. En enero de 2023, las autoridades israelíes comunicaron a las personas residentes la inminencia de su traslado forzoso.
Amnistía Internacional y DAWN comprobaron que se habían utilizado excavadoras de Hyundai CE en cinco de las demoliciones efectuadas en Masafer Yatta en 2022. Por ejemplo, el 15 de febrero de 2022, las fuerzas israelíes utilizaron una excavadora de cadenas Hyundai HX330AL para derribar una casa y un depósito de agua en la localidad de Jallet al Mayah, lo que obligó a desplazarse a una familia de seis personas. En julio de 2022, las fuerzas israelíes utilizaron una excavadora de ruedas Hyundai HW210 y una excavadora de cadenas Hyundai HX330AL en distintas ocasiones para demoler dos viviendas de la localidad de Umm Qussa, con lo que desplazaron por la fuerza al menos a nueve personas. En todos estos casos, podía verse el logotipo de Hyundai en las excavadoras, junto al adhesivo de la marca EFCO.
“Éste es un momento crucial para las personas palestinas que residen en Masafer Yatta, pues se enfrentan a un aumento de las demoliciones de viviendas y destrucción de su comunidad por parte del gobierno israelí, con la intención de expulsar de esta zona a la población autóctona”, ha declarado Adam Shapiro, director de Incidencia, Israel/Palestina, de DAWN.
“Las empresas como Hyundai deben tomar medidas inmediatas para asegurarse de que no son cómplices de crímenes de guerra y enviar el mensaje inequívoco al gobierno israelí y a las empresas de que las normas de derechos humanos no son meras palabras sobre el papel, sino que tienen consecuencias prácticas. Se está advirtiendo a Hyundai CE de un delito: la empresa puede tomar medidas decisivas que tengan un impacto amplio”.
Responsabilidades de las empresas
Los Principios rectores de la ONU sobre las empresas y los derechos humanos establecen que las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos en su lugar de operaciones, lo cual significa que deben tomar medidas para prevenir, abordar, mitigar y remediar cualquier daño a los derechos humanos vinculado a sus operaciones, productos o servicios, aunque no estén implicadas directamente en la comisión de violaciones. Las empresas tienen también el deber de garantizar que sus distribuidores operen solamente con clientes que respetan los derechos humanos. En este caso, este deber se aplica con independencia de los contratos específicos que vinculan a Hyundai CE, EFCO y las fuerzas armadas israelíes.
En situaciones de conflicto armado, incluida la ocupación militar, las empresas deben también respetar el derecho internacional humanitario. Según el Cuarto Convenio de Ginebra, el traslado forzoso es un crimen de guerra, al igual que la destrucción ilegítima de bienes sin necesidad militar. En virtud del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, los traslados forzosos que forman parte de un ataque generalizado y sistemático contra una población civil son crímenes de lesa humanidad. Las empresas que proporcionen a sabiendas asistencia práctica que contribuya sustancialmente a la comisión de crímenes de lesa humanidad pueden ser declaradas penalmente culpables de facilitar e instigar dichos crímenes.
Las demoliciones en Masafer Yatta son también violaciones del derecho a un nivel de vida adecuado, incluido el derecho a la vivienda. Como potencia ocupante de los TPO que es, Israel está obligado a respetar y proteger estos derechos.
Preguntas sin respuesta
El 20 de julio de 2022, Hyundai CE publicó un conjunto de principios rectores para la gestión de los derechos humanos. En este documento, Hyundai CE afirma que rechaza cualquier forma de violación vinculada a sus operaciones comerciales, y también se compromete a “[prestar] atención a la violación de los derechos de la población local residente” [Traducción de Amnistía Internacional].
Amnistía Internacional envió un escrito a Hyundai CE el 27 de enero de 2023, en el que expresaba su preocupación ante el hecho de que la empresa estuviera incumpliendo sus obligaciones internacionales y sus propias directrices. En su respuesta del 2 de febrero, Hyundai CE hacía hincapié en que la empresa mantenía su responsabilidad de respetar los derechos humanos y subrayaba su compromiso con la “promoción” de los Principios rectores de la ONU, además de afirmar que no estaba implicada en los asentamientos israelíes. Sin embargo, no hacía mención alguna de los hallazgos de Amnistía Internacional relativos al uso de su maquinaria en las demoliciones de Masafer Yatta.
En la carta de seguimiento enviada el 6 de febrero, Amnistía Internacional reiteraba las conclusiones de su investigación y sus preguntas. Al escribir estas líneas, no se había recibido respuesta.
El 21 de febrero, Amnistía Internacional escribió a EFCO para comunicarle sus hallazgos y solicitar información sobre sus procedimientos de diligencia debida en materia de derechos humanos. Al escribir estas líneas, EFCO no había respondido.
“Hyundai CE debe transformar sus promesas sobre derechos humanos en medidas eficaces. Nuestra investigación demuestra que, hasta la fecha, sus procesos de diligencia debida no han impedido que sus productos se usen para violar derechos humanos. Hyundai CE debe mejorar sus procesos en materia de derechos humanos y suspender las relaciones con su distribuidor israelí en tanto no se garantice el cumplimiento de las normas internacionales”, ha declarado Mark Dummett.
“Si sigue adelante, la expulsión masiva de la población palestina de Masafer Yatta constituirá uno de los mayores actos de traslado forzoso en los TPO desde 1967. Hyundai CE no debe participar en este crimen atroz. Reiteramos nuestro llamamiento a los Estados, empresas y otros agentes con influencia sobre la política israelí para que utilicen todas las herramientas políticas y diplomáticas a su disposición a fin de detener las demoliciones en Masafer Yatta y poner fin al traslado forzoso de personas palestinas.”
Información complementaria
En la década de 1980, las autoridades israelíes declararon “zona militar cerrada” una extensa área de Masafer Yatta, alegando que necesitaban el territorio para llevar a cabo ejercicios de entrenamiento. Desde entonces, las familias palestinas que viven en la zona desde hace generaciones se enfrentan a la amenaza constante de la demolición y el desplazamiento, así como a ataques de los grupos de colonos y al hostigamiento de las fuerzas armadas israelíes.