Ante la información del avistamiento de una embarcación en la que viajan alrededor de 250 personas refugiadas rohinyás cerca de aguas indonesias, frente a Aceh, Usman Hamid, director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, ha declarado:
“Las autoridades indonesias deben rescatar urgentemente a las personas rohinyás actualmente a la deriva frente a la costa de Aceh. Es cuestión de vida o muerte. Indonesia tiene una oportunidad de dar ejemplo en la región y simplemente mostrar humanidad.
“Hemos recibido informes de que las patrullas fronterizas tienen instrucciones de rechazar a estas personas. Esto es inconcebible. Rechazar la embarcación constituiría una violación de las obligaciones internacionales de Indonesia. Ahora que se las ha alertado de la presencia de una embarcación en dificultades, las autoridades deben inmediatamente rescatar, desembarcar a quienes están a bordo, proporcionarles alojamiento y garantizar su seguridad.
“Indonesia ya ha demostrado liderazgo regional al permitir dos veces este año que embarcaciones con rohinyás desesperados desembarcaran en sus costas después de meses a la deriva.
“No hay ningún motivo por el que Indonesia deba liderar sola esta crisis de refugiados. Debe compartirse la responsabilidad entre los países de la región para organizar operaciones urgentes de búsqueda y salvamento y prevenir que otras personas afronten los mismos peligros. Los países de la ASEAN no están acudiendo en auxilio de las personas que huyen de la persecución en Myanmar y de las penurias de los campos de personas refugiadas de Bangladesh. El sufrimiento de la población rohinyá es un problema regional que necesita una respuesta regional conforme al derecho internacional.”
Información complementaria
Miftachuddin Cut Adek, líder de una comunidad pesquera de Aceh, ha declarado hoy a los medios de comunicación locales que se había avistado un barco en el que había alrededor de 250 personas refugiadas rohinyás a 80-100 millas, cerca de las aguas de Lhokseumawe. Dijo que los pescadores locales llevaban viéndolo varios días en la zona.
Amnistía ha recibido también información confidencial según la cual la Armada y el Ejército indonesios han ordenado a todas las unidades locales que están en la costa de Aceh que permanezcan alerta para impedir su llegada. En virtud del derecho internacional, los Estados deben proteger los derechos humanos de las personas refugiadas que llegan a sus costas.
El principio de no devolución (non-refoulement) prohíbe devolver a personas a un lugar donde podrían ser perseguidas o sufrir abusos graves contra los derechos humanos. Este principio es la piedra angular de la protección internacional de las personas refugiadas y es fundamental para la prohibición absoluta de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
En septiembre, las autoridades indonesias permitieron el desembarco de 297 personas refugiadas rohinyás en Lhokseumawe, Aceh, y se comprometieron a darles alojamiento. En junio, 99 personas refugiadas rohinyás desembarcaron en Aceh del Norte después de que la población local pidiera a las autoridades que las rescataran y protestaran hasta que finalmente desembarcaron.
Todas estas personas refugiadas, 383 en total, están actualmente en el Centro de Formación Profesional de Lhokseumawe. Al menos tres de ellas han muerto de COVID-19.
Tras estas llegadas, el gobierno indonesio pidió en la reunión ministerial de la ASEAN del mes pasado que los países vecinos adoptasen una respuesta compartida para rescatar a personas refugiadas rohinyás.