“El gobierno de Grecia debe reducir inmediatamente la congestión en los centros de recepción e identificación para solicitantes de asilo y migrantes a fin de evitar una crisis de salud pública en medio de la pandemia del coronavirus”, han afirmado hoy 21 organizaciones de derechos humanos y humanitarias.
Miles de personas, entre las que se cuentan personas mayores, personas que padecen enfermedades crónicas, menores —incluidos niños y niñas de corta edad y menores no acompañados—, mujeres embarazadas, madres primerizas y personas con discapacidad, están atrapadas en condiciones lamentables y peligrosas de hacinamiento en las islas, en medio de la pandemia de la COVID-19. “Obligar a quienes buscan asilo a permanecer en unas condiciones que violan sus derechos y son nocivas para su bienestar, salud y dignidad no puede justificarse alegando motivos de salud pública”, han subrayado las organizaciones.
El derecho internacional de los derechos humanos exige que se cubran las necesidades de salud de las personas solicitantes de asilo y migrantes y, en el contexto de la pandemia de la COVID-19, cualquier restricción por razones de salud pública o emergencia nacional deberá ser legítima, necesaria y proporcionada, así como no discriminatoria.
El 17 de marzo de 2020, el gobierno griego anunció medidas para prevenir un brote del coronavirus en los centros de recepción e identificación de las islas, conocidos como “puntos críticos”, que, en esencia, suponen el cierre de los campos, atrapando a miles de solicitantes de asilo y migrantes en ellos. El Ministerio de Migración y Asilo dijo que las medidas incluían la suspensión de todas las actividades especiales e instalaciones de los campos, incluidas las escuelas no formales, al mismo tiempo que se prohibirán las visitas, incluidas las de miembros de organizaciones humanitarias y agencias que prestan servicios esenciales, durante al menos dos semanas. Se impondrán controles estrictos para impedir que la población de los campos salga de las instalaciones, ni siquiera para abastecerse, e incluso que circulen en su interior sin motivos justificados.
El 22 de marzo, el primer ministro griego anunció el confinamiento en todo el país, por el que se prohibían “todos los movimientos innecesarios de la ciudadanía”.
En esa fecha, la población de los puntos críticos de Lesbos, Quíos, Samos, Kos y Leros excedía en casi 31.400 personas la capacidad de los centros, y había 37.427 personas en centros cuya capacidad total era de sólo 6.095 personas. “No cabe calificar las condiciones de estos centros como aptas para una vida digna y humana”, afirmaron los grupos. El acceso sumamente limitado al agua corriente, aseos y duchas, así como las filas de horas para el reparto de comida y el número insuficiente de personal médico y de enfermería imposibilitan seguir las instrucciones para la protección frente al coronavirus y hacen que la población corra un riesgo significativamente mayor ante la creciente amenaza de la transmisión generalizada de la COVID-19.
El gobierno griego debería adoptar medidas para prevenir un brote y preparar un plan de respuesta que se aplique de inmediato en el momento en que se detecte el primer caso de COVID-19 en un centro de recepción. “En el caso de que se produzca un brote, una cuarentena que atraparía a decenas de miles de personas sanas junto a personas infectadas por la COVID-19 en los campos superpoblados, sumada a la inexistencia de una preparación y una respuesta médicas suficientes y adecuadas, causaría, casi con seguridad, la muerte evitable de numerosas personas”, añadieron las organizaciones.
El gobierno griego debe tomar las medidas que se exponen a continuación, que reducirán el riesgo de infecciones del coronavirus entre la población residente en estos centros y contribuirán, en general, a proteger la salud pública.
- Sacar a las personas de los centros de recepción y llevarlas a centros adecuados, en pequeña escala, en el continente, como hoteles y apartamentos, tomando las precauciones necesarias para un transporte sin riesgos. Esto permitirá al gobierno seguir las instrucciones para evitar la propagación del coronavirus. Deberá darse prioridad a las personas mayores, a quienes padecen enfermedades crónicas y enfermedades graves subyacentes, a las personas con discapacidad, a las mujeres embarazadas, a las madres primerizas con sus bebés, y a las personas menores de edad, incluidas las no acompañadas. El alojamiento para las personas con discapacidad. deberá estar razonablemente adaptado a sus necesidades, teniendo en cuenta las necesidades individuales. Deberán establecerse inmediatamente alojamientos adecuados para menores no acompañados.
- Adoptar medidas especiales para garantizar el acceso universal, gratuito y sin obstáculos a la atención para la salud en el sistema público de personas solicitantes de asilo, refugiadas y migrantes por igual, sin discriminación, incluidas las pruebas y el tratamiento para la COVID-19. Estos grupos deberán tener asimismo acceso a todas las medidas preventivas que se tomen en Grecia como respuesta a la COVID-19, al igual que la población del resto de Grecia. Las personas solicitantes de asilo deberán recibir sin demora su número provisional de seguridad social y asistencia médica (PAAYPA), como se ordena en la decisión ministerial común 717.2020.
- Proveer a los centros de recepción de suficientes productos sanitarios y de higiene, y garantizar el suministro de agua corriente para que las personas residentes puedan seguir las instrucciones de la Organización Nacional Pública de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la protección frente a la COVID-19. Garantizar la desinfección frecuente de las zonas comunes, baños y aseos, así como la recogida y retirada puntual de los residuos.
- Facilitar información, en una gran diversidad de idiomas, incluidos los menos usados, a toda la población residente en los centros de acogida sobre a) cómo prevenir la COVID-19 y b) qué hacer y cómo pedir ayuda si tienen síntomas de COVID-19. Se deberá facilitar a las personas con discapacidad información en formatos accesibles, como lengua de signos, subtítulos, texto y mensajes de fácil lectura. Garantizar la existencia de las necesarias medidas de respuesta, como zonas de autoaislamiento y cuarentena, y personal médico con formación y equipos de protección adecuados.
- Abordar con urgencia la situación y las necesidades especiales de las personas que viven en los asentamientos informales adyacentes a los campos, pues podrían tener dificultades adicionales debido al acceso insuficiente al agua y al saneamiento, a productos de higiene y a la recogida de residuos.
- Garantizar, hasta que se descongestionen los centros de recepción, que estos cuentan con personal médico y de enfermería suficiente, así como con servicios de apoyo de salud mental. En la medida de lo posible, estos servicios podrían facilitarse de forma remota.
Pueden atribuir las siguientes citas a los miembros de los grupos firmantes:
“Confinar a miles de mujeres, hombres, niños y niñas en campos gravemente superpoblados, donde las condiciones de vida son inaceptables, hace imposible aislar a las personas expuestas a la COVID-19 y cumplir unas medidas de prevención y protección mínimas, como lavarse las manos y el distanciamiento social”, afirmó Eva Cossé, investigadora sobre Grecia de Human Rights Watch. “El gobierno griego necesita trasladar urgentemente a personas a la Grecia continental”.
“El gobierno debe tomar las medidas necesarias para garantizar la protección de todos los miles de personas solicitantes de asilo y migrantes que viven en centros de recepción e identificación claustrofóbicamente congestionados”, declaró Vassilis Kerasiotis, director para Grecia de HIAS. “Deben ser reubicadas en hoteles y apartamentos vacíos donde puedan practicar el distanciamiento social. En estos momentos difíciles, no se debe dejar atrás a nadie. No es sólo algo ético, sino también prudente, pues ante la pandemia, la suerte de las personas solicitantes de asilo está inevitablemente ligada a la de la población local”.
“Las personas solicitantes de asilo y migrantes que viven en los centros de recepción e identificación deben tener el mismo acceso a la protección y la asistencia médica que el resto de la población griega”, dijo Dimitra Kalogeropoulou, directora del CIR Grecia. “La forma más efectiva de reducir la propagación de la COVID-19 es garantizando que todas las personas pueden tomar medidas significativas para protegerse, lo que incluye el acceso adecuado a saneamiento, a espacio y a atención de salud” .
“En las condiciones actuales de los puntos críticos, será imposible contener un brote y se podrían poner en peligro miles de vidas”, afirmó Antigone Lyberaki, directora general de SolidarityNow. “Tenemos cierto margen para abordar este problema mientras la situación siga siendo manejable, pero nos tememos que este margen se termine pronto”.
“Cuando el virus llegue a los superpoblados campos de Grecia, las consecuencias serán devastadoras”, declaró Fotini Kokkinaki, de HumanRights360. “Será una pesadilla dentro de una pesadilla ya existente, pues el sistema de salud pública se colapsó en los años previos de depresión económica. Debemos actuar ya, antes de que sea demasiado tarde”.
Organizaciones firmantes del comunicado de prensa:
Action Aid Hellas
Amnistía Internacional
ARSIS – Association for the Social Support of Youth
Defensa de Niñas y Niños Internacional Grecia
ELIX NGO
Greek Forum of Refugees
Help Refugees / Choose Love
HIAS Grecia
HumanRights360
Human Rights Watch
Comité Internacional de Rescate
Servicio Jesuita a Refugiados (JRS Grecia)
Legal Centre Lesvos
Médicos del Mundo - Grecia (MdM-Grecia)
Red para los Derechos de la Infancia
Praksis
Refugee Legal Support
Refugee Rights Europe
Refugee Support Aegean
Solidarity Now
Terre des hommes Hellas