Londres.- Las autoridades sudanesas deben poner fin al hostigamiento y la intimidación de periodistas en el periodo previo al referéndum sobre la independencia del sur, que se celebrará en enero de 2011, afirma Amnistía Internacional en un nuevo documento que ha publicado hoy.The Chains Remain: Restrictions on Freedom of Expression in Sudan documenta la represión de la libertad de expresión en Sudán desde las elecciones de abril de 2010, como consecuencia de la cual se ha detenido regularmente a periodistas por desempeñar su labor y se ha torturado o juzgado a otros por cargos basados de motivación política.
“No es posible realizar una votación creíble en una atmósfera en que la libertad de expresión se vulnera con tanto descaro” afirmó Rania Rajji, investigadora sobre Sudán para Amnistía Internacional.
“Los gobiernos del norte y el sur de Sudán deben garantizar que la votación se celebra en un entorno en que todos los sudaneses puedan expresar su opinión libremente, y que no se imponen nuevas restricciones a la libertad de expresión.”
En todo el norte de Sudán, el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (NISS, por sus siglas en inglés) ha establecido estrictos controles sobre la prensa. Entre mayo y agosto de 2010, agentes del NISS visitaron a diario imprentas de periódicos para retirar artículos de contenido delicado. También se cerró un gran número de periódicos.
Aunque esta censura previa a la impresión se retiró el 7 de agosto, sigue vigente un “código de honor periodístico” que impone numerosas restricciones. Introducido por el gobierno en septiembre de 2009, exige a los periodistas que “defiendan los intereses de la nación” y en la práctica obliga a los periódicos a autocensurarse por miedo a sufrir represalias y acciones legales en su contra.
En julio de 2010, el NISS distribuyó un formulario a todos los periódicos en el que exigía a los periodistas que facilitaran información personal, incluidos su domicilio y datos bancarios.
Tras las elecciones presidenciales de abril de 2010, cinco periodistas fueron detenidos debido a unos artículos publicados en el diario Rai Al Shaab, entre ellos un análisis de los resultados electorales. Dos de los hombres, según informes, fueron torturados bajo custodia. Un periodista fue liberado posteriormente, pero otros cuatro comparecieron ante un tribunal acusados de “propagar noticias falsas”, entre otras cosas. Uno resultó absuelto, pero otro fue condenado a cinco años de cárcel y los dos restantes a dos años de cárcel.
Un periodista radicado en Jartum que trabajaba para un periódico de la oposición contó a Amnistía Internacional que era casi imposible publicar artículos relacionados con los derechos humanos en periódicos nacionales debido al miedo imperante. El gobierno también ha bloqueado sitios web.
El servicio radiofónico en árabe de la BBC fue suspendido el 9 de agosto en cuatro ciudades principales, incluida la capital, Jartum, por presunto quebrantamiento de su acuerdo con el gobierno. Todavía no se ha restablecido el servicio.
En el sur de Sudán, la prensa fue también objeto de represión durante las elecciones presidenciales: se hostigó a periodistas por escribir artículos de crítica al gobierno, organizar debates sobre las elecciones o entrevistar a candidatos independientes. Algunos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad del sur de Sudán y posteriormente quedaron en libertad sin cargos.
“El próximo referéndum planteará nuevos retos y traerá incertidumbre política a Sudán. A fin de garantizar el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos durante el referéndum, el gobierno debe garantizar la libertad de expresión y permitir que los periodistas expresen sus opiniones y participen en debates sobre el futuro del país” manifestó Rania Rajji.
Información adicional
El 9 de enero de 2005 concluyó la segunda guerra civil sudanesa entre el norte y el sur del país con la firma del Acuerdo General de Paz. El acuerdo disponía un periodo provisional de paz de seis años en el que el Movimiento de Liberación Popular de Sudán y el Partido del Congreso Nacional se esforzarían para que la unidad territorial resultara atractiva a la población del sur de Sudán.
Se concedió autonomía al gobierno del sur de Sudán y se permitió que miembros del Movimiento de Liberación Popular de Sudán ocuparan puestos del Gobierno de Unidad Nacional, incluida la vicepresidencia.
El Acuerdo General de Paz dispone la celebración de un referéndum al final del periodo provisional de paz para que las personas del sur del país decidieran si la región confirmaba la unidad de Sudán o estaban a favor de la secesión.
La fecha prevista para la celebración del referéndum es el 9 de enero de 2011.
El Acuerdo General de Paz marcó el final de la censura en los periódicos de Sudán. Sin embargo, en febrero de 2008, el gobierno de Sudán restableció la censura previa a la impresión controlada por el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (NISS) cuando los periódicos informaron de que el gobierno había apoyado a grupos armados de oposición chadianos en un ataque lanzado contra Yamena, la capital de Chad.
La censura previa a la impresión de los periódicos se mantuvo de febrero de 2008 a septiembre de 2009, cuando se levantó por decreto presidencial y fue sustituida por el “código de honor periodístico”. No obstante, volvió a restablecerse en mayo de 2010, inmediatamente después de las elecciones generales sudanesas.
Tres periodistas de renombre –Abuzar Al Amin, Ashraf Abdelaziz y Tabir Abu Jawhara– están encarcelados en Sudán actualmente tras haber sido condenados el 14 de julio. Amnistía Internacional los considera presos de conciencia a los tres, al haber sido detenidos únicamente por ejercer el derecho a la libertad de expresión, y pide su libertad incondicional.