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Deben emprenderse acciones urgentes para prevenir los crímenes de guerra

Londres.- Los informes recibidos recientemente desde Faluya suscitan una gran preocupación por la posibilidad de que se estén cometiendo graves violaciones de las leyes de la guerra que protegen tanto a civiles como a combatientes que ya no participan en hostilidades (es decir, fuera de combate). Según la cadena de televisión estadounidense NBC, soldados estadounidenses abandonaron a cinco iraquíes heridos en una mezquita  tras una batalla. Al día siguiente –el pasado sábado–, otro grupo de soldados entró en la mezquita y un periodista de la NBC vio cómo un soldado disparaba en la cabeza a uno de los iraquíes heridos, que yacía en el suelo, sin armas visibles cerca de él. La suerte de los otros cuatro iraquíes no está clara. Las autoridades estadounidenses han declarado que han retirado a un soldado del campo de batalla y que llevarán a cabo una investigación sobre este incidente. No obstante, también deben tomarse medidas urgentes para prevenir nuevas violaciones de las leyes de la guerra, según ha manifestado hoy, 16 de noviembre, Amnistía Internacional. La organización de derechos humanos ha declarado: “Deben darse o reiterarse a todo el personal civil y militar tanto estadounidense como iraquí órdenes inequívocas sobre el trato adecuado a los insurgentes desarmados y heridos. Las fuerzas estadounidenses e iraquíes deben tener claro que, en virtud del derecho internacional, tienen la obligación de proteger y proporcionar la atención médica necesaria a los insurgentes heridos que ya no constituyan una amenaza, así como a los civiles”. “Los disparos deliberados contra combatientes desarmados y heridos que no constituyen una amenaza inmediata son un crimen de guerra en virtud del derecho internacional, y por lo tanto las autoridades estadounidenses tienen la obligación de investigar todos los informes a este respecto y hacer rendir cuentas ante la ley a todos los que cometan estos delitos. Las investigaciones realizadas deben ser abiertas y transparentes, y sus conclusiones deben hacerse públicas. Todo testigo potencial debe ser protegido.” Amnistía Internacional ya ha pedido a las autoridades estadounidenses que investiguen un incidente anterior, del que informó la cadena británica Channel Four News, en el que un soldado estadounidense pareció realizar un disparo en dirección a un insurgente herido que no aparecía en la imagen. El soldado después se dio la vuelta y dijo: “se acabó”. Amnistía Internacional pide también a las fuerzas estadounidenses e iraquíes que garanticen que todos los heridos en los combates de Faluya, tanto civiles como combatientes, reciben tratamiento médico inmediato y efectivo. Además, deben tomarse medidas urgentes para abordar la grave situación humanitaria de la ciudad. Actualmente no hay agua ni electricidad y no existe una evacuación organizada de los heridos, que no tienen acceso a una asistencia médica adecuada. La Sociedad de la Media Luna Roja iraquí ha podido llegar al hospital de las afueras de la ciudad, pero sigue sin poder llevar ayuda humanitaria a quienes la necesitan dentro del núcleo urbano. Según los informes, la mayoría de los civiles de la ciudad están atrapados en sus casas o escondites. No hay información sobre civiles muertos o heridos. “En Faluya hay necesidades humanitarias imperiosas. Deben tomarse urgentemente medidas para permitir la entrada en la ciudad a la Sociedad de la Media Luna Roja iraquí y otras organizaciones humanitarias.” Los informes indican que los insurgentes también han violado las normas del derecho internacional humanitario: “Los comandantes y combatientes de los grupos armados en Faluya también tienen la obligación de respetar las normas fundamentales del derecho internacional. Actos como ocultar trampas en cadáveres también constituyen crímenes de guerra”, ha manifestado Amnistía Internacional.

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