Londres.- Según informes recibidos de Teherán el pasado martes, 21 de julio, las fuerzas de seguridad hicieron uso excesivo de la fuerza para disolver manifestaciones pacíficas en la plaza de Haft Tir, donde parece que se practicaron más detenciones. Amnistía Internacional ve en esta noticia un aviso a la comunidad internacional para hacerle recordar que en Irán continúan las oleadas de detenciones y homicidios mientras las autoridades endurecen su control.
Entre las personas detenidas recientemente, según informes, en relación con las cuestionadas elecciones presidenciales de Irán figuran 36 militares iraníes. Amnistía Internacional conoce los nombres de 24 de ellos.
También se ha tenido noticia en los últimos días de detenciones de activistas políticos, periodistas, profesores universitarios y profesionales del derecho. Amnistía Internacional teme por su seguridad bajo custodia, pues la tortura y otros malos tratos a detenidos son comunes en Irán.
Según información de los medios de comunicación, los militares detenidos tenían previsto asistir el 17 de julio en Teherán al sermón de la oración del viernes, que pronunció el ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanyani. Pensaban ir vestidos de uniforme, en señal de desafío político.
Al parecer, con este gesto pretendían expresar su solidaridad con los participantes en las manifestaciones contra los resultados oficiales, ampliamente cuestionados, de las elecciones presidenciales.
En su sermón, el ayatolá Rafsanyani, que apoyó la campaña del candidato presidencial Mir Hossein Musaví, expresó preocupación por el modo que el Consejo de Guardianes había despachado las demandas presentadas en relación con las elecciones y pidió la liberación de todas las personas detenidas tras las protestas y el fin de las restricciones impuestas a los medios de comunicación.
Se ha detenido a centenares –posiblemente miles– de personas por protestar contra los resultados oficiales de las elecciones. Muchas se encuentran recluidas en lugares no revelados de todo Irán.
A diferencia de otras personas también privadas de libertad, Mostafa Tajzadeh, detenido el 16 de junio, no ha podido aún llamar a su familia, y ésta no ha recibido de las autoridades iraníes ninguna información sobre su paradero.
Bijan Khajehpour Khoei, asesor comercial y económico, fue detenido el 27 de junio en el aeropuerto de Teherán a su regreso de un viaje a Viena y Londres. Durante esta breve estancia en el extranjero había hablado con autoridades comerciales en Viena y había visitado la Cámara de Comercio Británica en Londres en el marco de su labor de apoyo a las empresas iraníes y fomento de la inversión extranjera en Irán. También se ignora su paradero, y su familia teme por su salud, pues es diabético.
Posiblemente, hasta 197 personas fueron detenidas el 9 de julio en una manifestación convocada con motivo del décimo aniversario del 18 Tir de 1999, cuando en el contexto de la represión de una serie de protesta dirigidas por los estudiantes murió un estudiante y muchos otros fueron sometidos a torturas u otros malos tratos. La policía afirma que en la protesta del 9 de julio fueron detenidos unos 40 manifestantes.
Sheikh Hassan Aghaei, periodista de la minoría kurda de Irán y viñetista político, fue detenido en Mahabad, en el noroeste de Irán, el 18 de julio, a las once de la mañana, por agentes de los servicios de seguridad vestidos de civil y afiliados posiblemente a la Guardia Revolucionaria, que lo llevaron a un lugar desconocido. No se ha explicado el motivo de su detención, pero había participado en actividades de campaña en favor del Mir Hossein Musaví.
La abogada y activista de los derechos humanos Shadi Sadr fue detenida con violencia en Teherán el 17 de julio por la mañana, cuando se dirigía a la oración. Caminaba por una transitada calle con un grupo de activistas de los derechos de las mujeres, cuando unos desconocidos vestidos de civil tiraron de ella para introducirla en un automóvil. En el forcejeo consiguiente perdió el pañuelo de la cabeza y el abrigo y consiguió escapar, pero en seguida volvieron a capturarla y, golpeándola con porras, se la llevaron en el automóvil a un lugar desconocido.
Directora de Raahi, centro de asesoramiento jurídico para mujeres, hasta que fue cerrado por las autoridades, Shadi Sadr fundó Zanan-e Iran (Mujeres de Irán), primer sitio web dedicado a la labor de quienes luchan por los derechos de las mujeres iraníes. Ha escrito mucho sobre las mujeres iraníes y sus derechos jurídicos. Como abogada, ha defendido a activistas y periodistas, así como a varias mujeres condenadas a muerte, cuyas sentencias condenatorias se anularon posteriormente. Participa también en las actividades de Campo de las Mujeres, grupo de activistas de los derechos de las mujeres que ha emprendido varias acciones para defender los derechos de las mujeres, entre ella la campaña “Detengan las lapidaciones para siempre”.
La ciudadana francesa Clotilde Reiss, de 24 años, fue detenida en el aeropuerto de Teherán el 1 de julio, cuando se disponía a regresar a su país. Está acusada de espionaje por unas fotografías que tomó en una manifestación contra el anuncio de la reelección del presidente Mahmoud Ahmadineyad en la que participó el mes pasado en la ciudad de Esfahán y que envió por correo electrónico a un amigo en Teherán. Amnistía Internacional cree que es presa de conciencia, recluida únicamente por ejercer su derecho a recibir y difundir información e ideas.
Licenciada en ciencias políticas y residente en la ciudad de Lille, Clotilde Reiss viajó a Irán tras recibir una beca para continuar sus estudios sobre el país. Ha sido detenida tras haber trabajado durante cinco meses como lectora en la Universidad de Esfahán, en el centro de Irán. Se encuentra recluida en la prisión de Evín de Teherán. Se le ha permitió hacer llamadas telefónicas, y el 9 de julio pudo reunirse con el embajador francés en Irán. Dijo que la interrogaban todos los días, aunque no había sido maltratada.
Amnistía Internacional ha pedido que se deje en libertad de inmediato y sin condiciones a todas las personas recluidas únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación y que sean puestas igualmente en libertad todas las demás personas detenidas si no se van a presentar sin demora cargos contra ellas para que sean juzgadas de acuerdo con las normas internacionales sobre juicios justos. La organización ha manifestado que las autoridades deben explicar de inmediato la suerte de todas las personas detenidas en relación con los recientes acontecimientos.
Amnistía Internacional ha pedido también que se realice una investigación completa e imparcial sobre la muerte de Sohrab Arabi, estudiante de 19 años, muerto de un balazo en el corazón. Había desaparecido durante una manifestación el 15 de junio. Su familia no pudo conseguir ninguna información sobre él hasta el 11 de julio, cuando acudió a una citación judicial y lo identificó en unas fotografías de personas muertas. Al parecer, su cadáver estaba en la morgue desde el 19 de junio. No hay todavía ninguna información sobre lo que le ocurrió entre el 15 y el 19 de junio ni se conocen siquiera la fecha exacta ni las circunstancias de su muerte.
Según las cifras oficiales iraníes, durante las manifestaciones han muerto hasta 21 personas. Sin embargo, Amnistía Internacional ha sido informada del nombre de más de 30 que han sido víctimas de homicidio según fuentes no oficiales iraníes. La cifra real podría ser mucho más alta.
Se ha formado un nuevo grupo, las denominadas Madres de Luto (Madaran-e Azardar), que desde hace cuatro semanas se congrega en silencio todos los sábados en un parque público entre las siete y las ocho de la tarde, día de la semana y hora en que, el 20 de junio, mataron de un disparo a Neda Agha-Soltan. Se ha publicado en Internet un vídeo de la muerte de esta joven, y su rostro ha acabado simbolizando la represión de las últimas semanas.
Las protestas pacíficas del grupo no les han pasado desapercibas a las autoridades: las fuerzas de seguridad han disuelto sus reuniones y han detenido a algunas de las personas participantes, entre ellas Zeynab Peyghambarzadeh, activista estudiantil y de los derechos de las mujeres, que es también miembro de la campaña Un Millón de Firmas, emprendida para exigir el fin de la discriminación de las mujeres en la ley. Zeynab Peyghambarzadeh fue detenida en la segunda reunión del grupo, el 4 de julio, y quedó en libertad a la mañana siguiente.
El llamamiento de las Madres de Luto reza:
Hasta que no sean puestas en libertad todas las personas detenidas por protestar contra las elecciones fraudulentas y hasta que no se ponga fin a la violencia y se lleve ante los tribunales a los asesinos de nuestros hijos e hijas, todos los sábados, a las siete de la tarde, no congregaremos para expresar nuestro dolor en silencio cerca de donde mataron a nuestra querida Neda, en el parque Laleh de la calle Amirabad, junto al estanque.Para más información, véase:
- Ciberacción "Irán: Violencia contra manifestantes".
- Blog Livewire de AI sobre Irán.