Bruselas.- En el contexto del Consejo Europeo, Amnistía Internacional pide una vez más a los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) que se muestren responsables antes las graves violaciones de derechos humanos cometidas en territorio europeo en nombre de la lucha contra el terrorismo.
La complicidad de los Estados miembros de la Unión Europea en el programa de entregas extraordinarias dirigido por Estados Unidos (que incluye secuestros, denegación del debido proceso judicial, torturas y desapariciones) ha contaminado gravemente las medidas antiterroristas adoptadas por la UE. Pone de manifiesto que, en Europa, el respeto por los derechos humanos no está asegurado.
Desde que salió a luz la implicación europea en las entregas estadounidenses se han sucedido cinco presidencias de la UE. Sin embargo, ésta no ha respondido a las peticiones de rendición de cuentas formuladas por Amnistía Internacional y otras ONG internacionales, como tampoco ha aplicado las recomendaciones del Consejo de Europa o el Parlamento Europeo. Hasta el momento, el Consejo Europeo y los Estados miembros han optado por publicar desmentidos tajantes o declaraciones generales de principios, en lugar de reconocer que en Estados europeos, o con su complicidad, se han violado los derechos humanos de un número considerable de personas.
Esos Estados no han aclarado la verdad ni han ofrecido reparación a las víctimas. Al hacer caso omiso de las reiteradas propuestas de acciones preventivas formuladas por el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, los Estados miembros de la Unión Europea en su conjunto no garantizan que no se vuelvan a producir dichos abusos dentro de las fronteras europeas. Es una cuestión de credibilidad. Europa, con razón, recuerda a Estados Unidos que la lucha contra el terrorismo debe emprenderse dentro de los límites que marcan el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Sin embargo, la UE todavía tiene que dar ejemplo de ello. Con la firma de un nuevo tratado, la UE busca la incorporación futura de la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea y reforzar su papel en las relaciones externas. Ambos deseos carecerán de credibilidad mientras el Consejo Europeo y los Estados miembros no reconozcan su responsabilidad individual y colectiva de proteger los derechos humanos en cualquier circunstancia.
Esa responsabilidad conlleva cuatro obligaciones fundamentales de justicia: 1. Investigación formal de los abusos 2. Medidas adecuadas para prevenir la repetición 3. Sanciones apropiadas a los responsables 4. Reparaciones para las víctimasLos desmentidos no eximen de estas obligaciones.