“El aumento alarmante de la violencia de los colonos israelíes contra la población palestina en la Cisjordania ocupada en los últimos días pone de relieve la necesidad urgente de desmantelar los asentamientos ilegales y de poner fin a la ocupación por Israel de los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) y a su prolongado sistema de apartheid”, ha declarado Amnistía Internacional.
Entre el 12 y el 16 de abril, cientos de colonos israelíes lanzaron una oleada de ataques violentos mortales contra pueblos palestinos de Cisjordania, entre ellos Al Mughayyir, Duma, Deir Dibwan, Beitin y Aqraba. En estos ataques, en los que los colonos incendiaron viviendas, árboles y vehículos, los colonos o las fuerzas israelíes mataron al menos a cuatro personas palestinas, entre ellas el joven Omar Hamed, de 17 años, cerca de Ramala, y dos hombres —Abdulrahman Bani Fadel Mohammed Bani Jami’— abatidos a tiros cerca de Nablús. En el acto de violencia más reciente, un paramédico palestino murió por disparos en el pueblo de Al Sawiya, al sur de Nablús, el 20 de abril.
Vídeos verificados por el Laboratorio de Pruebas del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional muestran que las fuerzas israelíes presentes no intervinieron durante los ataques de colonos en Deir Dibwan, al este de Ramala. Testimonios de testigos recabados por la organización indican asimismo que miembros del ejército israelí se unieron a los ataques o permanecieron al margen, sin impedir los actos de violencia, en Aqraba, al sudeste de Nablús, y Kufr Malik, al nordeste de Ramala.
“El terrible aumento de la violencia de los colonos contra la población palestina de los últimos días es parte de una campaña de decenios respaldada por el Estado para desposeer, desplazar y oprimir a dicha población en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, bajo el sistema israelí de apartheid. Las fuerzas israelíes tienen un historial de propiciar la violencia de los colonos y es indignante que, una vez más, dichas fuerzas permanecieran al margen y, en algunos casos, participaran en estos brutales ataques”, declaró Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Establecer asentamientos israelíes en los Territorios Palestinos Ocupados es una violación flagrante del derecho internacional humanitario y constituye un crimen de guerra. La violencia es parte integrante del establecimiento y la expansión de estos asentamientos y del mantenimiento del apartheid. Ya es hora de que el mundo lo reconozca y presione a las autoridades israelíes para que respeten el derecho internacional suspendiendo inmediatamente la expansión de los asentamientos y eliminando todos los asentamientos existentes”.
En los últimos seis meses, la violencia de los colonos ha aumentado de forma drástica, pero el aumento más reciente de ataques se produjo después de la desaparición de un niño israelí de 14 años, Binyamin Ahimeir, del asentamiento ilegal de Mal’achei Hashalom, al nordeste de Ramala, que apareció muerto al día siguiente.
Violencia de los colonos respaldada por el Estado
Incidentes grabados en vídeo ocurridos en Deir Dibwan el 13 de abril y verificados por Amnistía Internacional muestran a unos soldados israelíes que permanecen al margen mientras unos colonos israelíes destruyen propiedades palestinas. Imágenes de cámaras de videovigilancia de la ONG israelí Yesh Din muestran a dos personas que entran en un garaje y prenden fuego a un coche, mientras dos soldados israelíes se quedan al margen. Los soldados también se abstienen de intervenir y miran cuando los colonos israelíes incendian una barricada bloqueando así la carretera principal que conduce al pueblo. Otro vídeo muestra a civiles palestinos lanzando piedras contra los militares mientras se oyen sonidos probablemente de disparos.
En otro incidente, unos colonos abrieron fuego contra dos jóvenes —Abd al Rahman Bani Fadel y Mohammed Bani Jami’— y los mataron en el pueblo de Khirbet Twayyil, cerca de Aqraba, al sur de Nablús, según el alcalde de Aqraba, Salah Bani Jaber. En una declaración publicada en redes sociales, las fuerzas israelíes afirmaron que una investigación preliminar indicaba que sus fuerzas no habían sido responsables de las muertes. Imágenes de vídeo verificadas confirman que el ejército israelí estaba en el lugar durante el incidente y muestran a grupos de personas palestinas huyendo mientras se oyen sonidos probablemente de disparos.
El alcalde dijo a Amnistía Internacional que había visto a miembros del ejército israelí quedarse al margen durante el ataque:
“No sólo estaba allí el ejército y no hizo nada: hoy no deberíamos decir que los colonos atacan protegidos por el ejército, sino que el ejército está bajo la protección de los colonos.”
Añadió que la relación entre el ejército gubernamental israelí y los colonos es “complementaria” y que las autoridades israelíes continúan con prácticas sistemáticas como la confiscación de tierras, la demolición de viviendas y la prohibición de acceso a tierras de cultivo.
Muntaser al Maliki, residente de Kufr Malik, otro de los pueblos atacados, dijo que había visto a israelíes vestidos con el uniforme del ejército participando en los ataques el 14 de abril. Contó a Amnistía Internacional:
“Lo que está pasando ahora mismo es el borrado de seres humanos, árboles y piedras, y de todo lo que es palestino, por colonos con el apoyo del ejército. Estos ataques son sistemáticos y cuentan con el apoyo y la protección del ejército. También había colonos vestidos con uniformes del ejército entre los atacantes. La situación es francamente desastrosa [...] La solución es arrancar y desmantelar todos los asentamientos”, dijo.
Imágenes facilitadas por un residente local de Kufr Malik y verificadas por Amnistía Internacional muestran a unos soldados dando patadas y después deteniendo a un civil que está arrodillado en el suelo. Los soldados van acompañados de un hombre que parece un colono israelí.
Según los medios de comunicación, durante un ataque perpetrado por colonos en Al Mughayyir, cerca del asentamiento ilegal de Mal’achei Hashalom, resultaron heridas 25 personas por munición real y fueron incendiados casas y vehículos Los enfrentamientos causaron la muerte de un hombre, Jihad Afif Sedqui Abu Aliah.
Imágenes publicadas en redes sociales el 12 de abril y verificadas por Amnistía Internacional muestran a unos colonos israelíes rodeando una propiedad en el pueblo y haciendo frente a unas personas palestinas que estaban escondidas en el tejado.
Los ataques de colonos contra la población palestina en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, ya eran sistemáticos, pero han aumentado desde el ataque del 7 de octubre. Según B’Tselem, desde esa fecha, la violencia de los colonos ya ha desplazado a casi 20 comunidades.
Muchos de los pueblos atacados en los últimos días —incluidos Al Mughayyir, Kufr Malik y Khirbet Abu Falah— acogen a comunidades beduinas palestinas desplazadas recientemente a las que la violencia de los colonos habían expulsado de sus comunidades en el nordeste de Ramala.
Una palestina desplazada de Al Muarrajat contó a Amnistía Internacional que estos ataques se han intensificado en los últimos cinco años.
“Esta violencia no es nueva para nuestra comunidad. Sufrimos sus ataques [de los colonos] en Al Muarrajat desde 2018 y se intensificaron aterradoramente desde el 7 de octubre [...] A todos los sitios a los que nos mudamos, vienen y nos vuelven a desplazar. La gente viene a visitarnos y nos dice que permanezcamos firmes, pero ¿cómo podemos permanecer firmes cuando están en peligro nuestra vida y medios de subsistencia y la vida de nuestros hijos e hijas? Esta es una política sistemática que permite que los colonos ataquen a los residentes y lo quemen todo, y nadie está haciendo nada para detenerlos”.
En febrero, el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a cuatro colonos israelíes violentos acusados de estar implicados en ataques en Cisjordania. Reino Unido y Francia siguieron su ejemplo. La administración Biden impuso otra serie de sanciones el 19 de abril.
“Los ataques más recientes son un duro recordatorio de que imponer sanciones a colonos violentos individuales no aborda las causas fundamentales de la violencia, como la expansión incesante de asentamientos y la ocupación y el sistema de apartheid de Israel”, concluyó Heba Morayef.
“No abordar estas causas fundamentales ni exigir responsabilidades a Israel por sus violaciones del derecho internacional es permitir que continúe la desposesión y la opresión de la población palestina”.