Esta acción ha finalizado (25 de agosto de 2014)
Tu carta se hizo llegar directamente al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Además enviaremos una copia a la Embajada de Bolivia en España. Asimismo, de cara al 30 de agosto, Día Internacional de los Desaparecidos, Amnistía Internacional dará a conocer a la Presidencia de Bolivia el número total de firmas recogidas en todo el mundo y emitiremos una declaración pública con las peticiones dirigidas al gobierno boliviano.
Gracias a las más de 12.000 personas que la han apoyado.Petición antes del cierre
El 17 de julio de 1980, el entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia,
Luis García Meza, dio un golpe de estado e instauró un régimen durante el que
se cometieron violaciones graves a los derechos humanos, como desaparición forzada y tortura, contra opositores políticos. Entre las víctimas están el líder político y sindical
Marcelo Quiroga Santa Cruz y el dirigente político
Carlos Flores Bedregal, cuyos cuerpos siguen en
paradero desconocido. El régimen de García Meza (1980-1981) fue sólo uno de los varios gobiernos militares y autoritarios que dominaron Bolivia entre 1964 y 1982. En estos 18 años, más de 150 personas fueron víctimas de desaparición forzada y al menos 200 de ejecuciones extrajudiciales, alrededor de 5.000 fueron detenidas de forma arbitraria, muchas sufrieron tortura y miles sufrieron exilio o deportación.
En 1993, en un juicio histórico, Luis García Meza y sus estrechos colaboradores fueron declarados culpables de varios delitos, incluido asesinatos en masa y otras violaciones de derechos humanos.
Desafortunadamente, este importante avance en la lucha contra la impunidad no se ha traducido en otras acciones para esclarecer la verdad y administrar justicia a todas las víctimas, no sólo del gobierno de Meza sino de los 18 años de regímenes autoritarios. Además, la mayoría de las personas que buscaron algún tipo de reparación por las violaciones sufridas se encontraron con obstáculos insalvables para acceder a ella.
Los esfuerzos del Estado han sido insuficientes. Familiares de las víctimas de desaparición forzada viven un duelo permanente al desconocer qué ocurrió con sus seres queridos, dónde están sus cuerpos. Y muchas de las personas que fueron torturadas, detenidas o forzadas a vivir en el exilio son de edad avanzada y saben que libran la última batalla.
Escribe al Presidente de Bolivia para que atienda ya sus peticiones ¡Actúa!