Un año de retraso y pocos avances
Juicios ante comisiones militares
David Hicks, ciudadano australiano que en marzo de 2007 se declaró culpable tras un acuerdo previo al juicio, fue condenado a siete años de prisión, de los que sólo tuvo que cumplir nueve meses. Se le permitió volver a Australia y cumplir allí la mayor parte de su condena.
Ibrahim al-Qosi, ciudadano sudanés que en agosto de 2010 fue condenado a 14 años, tras declararse culpable de conspiración y de proporcionar apoyo material al terrorismo. Se espera que cumpla no más de dos años de prisión, en virtud de un acuerdo de aceptación de culpabilidad que se ha mantenido en secreto. Está cumpliendo su condena en Guantánamo.
Omar Khadr, ciudadano canadiense condenado a 40 años de prisión tras declararse culpable de los cargos que se le imputaban en octubre de 2010. Conforme a los términos de un acuerdo de aceptación de culpabilidad no cumplirá más de ocho años y, tras cumplir un año bajo custodia estadounidense en Guantánamo, podrá solicitar cumplir el resto de su condena en Canadá. En este acuerdo no se ha tenido en cuenta que Omar Khadr fuera detenido cuando tenía 15 años, que no se aplicara en su caso el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño, respecto a la participación de menores en conflictos armados, ni que en reiteradas ocasiones denunciara que fue sometido a técnicas de interrogatorio y condiciones de detención equivalentes a tortura o a otros tratos crueles, humanos y degradantes.
Juicios ante tribunales civiles
Eric Holder
Procedimientos de habeas corpus
Protección internacional
Peticiones de Amnistía Internacional
Se ponga fin a la detención indefinida sin juicio, tanto en Guantánamo como en cualquier otro lugar.
Se cierre Guantánamo. Pero este cierre no debe limitarse a trasladar a los detenidos a otros centros donde se perpetúe la detención indefinida.
Se garantice que todos los detenidos en Guantánamo sean sometidos a juicio ante tribunales federales y no ante comisiones militares, que están lejos de cumplir las normas internacionales sobre juicios justos. Si no se les somete a juicio ante tribunales federales, deberían quedar en libertad de inmediato.
Y en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, se garantice la rendición de cuentas y se facilite el ejercicio de un recurso para aquellas personas que han sufrido graves violaciones de sus derechos humanos en el marco de la “guerra contra el terror”.