Londres.- Amnistía Internacional pidió hoy que Estados Unidos investigara lo que sabían las autoridades estadounidenses sobre la tortura y otros malos tratos infligidos a los detenidos bajo la custodia de las fuerzas de seguridad iraquíes, tras conocerse nuevos datos en los documentos filtrados por la organización Wikileaks el viernes.
“Aunque aún no hemos tenido ocasión de examinar detalladamente los documentos filtrados, éstos agravan nuestros temores de que las autoridades estadounidenses hayan cometido una grave vulneración del derecho internacional al entregar sumariamente a miles de detenidos a las fuerzas de seguridad iraquíes sabiendo que éstas seguían torturando y perpetrando abusos contra los detenidos a una escala realmente espeluznante”, ha dicho Malcolm Smart, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
Las nuevas revelaciones parecen confirmar las conclusiones del informe Nuevo orden, idénticos abusos: Detenciones ilegales y tortura en Irak, publicado en septiembre de 2010 por Amnistía Internacional, en el que se examina con detalle el uso generalizado de la tortura y otros malos tratos contra los detenidos por parte de las fuerzas iraquíes, que llevaban a cabo estas prácticas con impunidad. Miles de iraquíes detenidos por las fuerzas estadounidenses fueron transferidos a la custodia iraquí entre comienzos de 2009 y julio de 2010, en virtud de un acuerdo entre Estados Unidos e Irak en el que no hay ninguna disposición que garantice la protección de los derechos humanos de los detenidos.
“Estos documentos parecen aportar nueva evidencia de que las autoridades estadounidenses están al tanto de este abuso sistemático desde hace años, a pesar de lo cual han seguido entregando a miles de iraquíes detenidos a las fuerzas de seguridad iraquíes”, ha dicho Malcolm Smart.
Estados Unidos es Estado Parte en la Convención contra la Tortura de la ONU, el principal tratado internacional que prohíbe la tortura. La Convención exige a todos los Estados que prohíban esta práctica y se abstengan de transferir detenidos a las autoridades de otro Estado en cuyas manos puedan ser torturados.
Amnistía Internacional sigue haciendo campaña para que se depuren plenamente las responsabilidades en los casos de todas las personas torturadas y maltratadas por el personal militar de Estados Unidos en Irak, como los de la cárcel de Abu Ghraib.
Al igual que todos los gobiernos, las autoridades estadounidenses tienen la obligación, en virtud del derecho internacional, no sólo de asegurarse de que sus fuerzas no emplean la tortura, sino de que las personas detenidas bajo su custodia no son entregadas a otras autoridades que probablemente las torturen.
“Estados Unidos no respetó esta obligación en Irak, a pesar de la gran cantidad de evidencias, disponibles de muchas fuentes diferentes, que demostraban que las fuerzas de seguridad iraquíes utilizan la tortura de forma generalizada y pueden hacerlo con impunidad”, ha dicho Malcolm Smart
“La información que al parecer hay en estos documentos subraya también la necesidad urgente de que el gobierno iraquí tome medidas concretas para poner fin a la tortura, garantice la seguridad de todos los detenidos y descubra y ponga a disposición judicial a los responsables de las torturas y otros graves abusos contra los derechos humanos, no importa cuál sea su posición”.
