Londres.- El presidente Barack Obama debe dar el primer paso para levantar el embargo de Estados Unidos contra Cuba, y para ello debe optar por no renovar las sanciones impuestas contra la isla en virtud de la Ley de Comercio con el Enemigo. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, mientras se aproxima la fecha límite del 14 de septiembre para la renovación de sanciones en virtud de la Ley.
El llamamiento de Amnistía Internacional forma parte de un informe publicado hoy que examina el impacto del embargo económico de Estados Unidos contra Cuba. El informe, titulado El embargo estadounidense contra Cuba: Su impacto en los derechos económicos y sociales, concluye que las sanciones, impuestas por Estados Unidos desde 1962, afectan en especial al acceso de la población cubana a las medicinas y las tecnologías médicas y pone en peligro la salud de millones de personas.
“Esta es la oportunidad perfecta para que el presidente Obama se distancie de las políticas fallidas del pasado y transmita al Congreso estadounidense un enérgico mensaje sobre la necesidad de terminar con el embargo”, ha manifestado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.
“El embargo estadounidense contra Cuba es inmoral, y debe levantarse”, ha manifestado Irene Khan. “Está impidiendo a millones de cubanos beneficiarse de medicinas y equipo médico esenciales para su salud.”
A causa del embargo estadounidense, Cuba se enfrenta a severas restricciones en la importación de medicinas y tecnología y equipo médicos desde Estados Unidos o desde cualquier empresa estadounidense en el extranjero. Las sanciones limitan también otras importaciones a la isla, y restringen los viajes y las transferencias monetarias.
Los productos patentados en Estados Unidos o que contengan más de un 20 por ciento de piezas o componentes fabricados en Estados Unidos no pueden exportarse a Cuba, aunque se fabriquen en terceros países.
Según datos de Naciones Unidas, la imposibilidad de Cuba de importar productos nutricionales para su consumo en escuelas, hospitales y centros de atención diaria contribuye a que se den unos altos índices de anemia por deficiencia de hierro. Según UNICEF, en 2007 este problema afectaba al 37,5 por ciento de los menores de tres años en Cuba.
La salud de niños y niñas peligra también por la decisión de unos suministradores estadounidenses de jeringas de cancelar un pedido de tres millones de jeringas desechables realizado en 2007 por la Alianza Global por la Vacunación y la Inmunización (GAVI) –uno de cuyos socios es UNICEF– cuando se supo que las unidades estaban destinadas a la aplicación de un programa en Cuba.
Estas situaciones y otras similares han afectado a la puesta en práctica de programas de la ONU para prevenir y combatir el VIH/sida en la isla.
“Aunque la responsabilidad de proporcionar una atención médica adecuada recae principalmente en las autoridades cubanas, los gobiernos que imponen sanciones como, por ejemplo, el embargo deben prestar especial atención a las repercusiones que esas sanciones pueden tener en la población del país al que se imponen”, ha manifestado Irene Khan.
Amnistía Internacional pide asimismo a los miembros del Congreso estadounidense que deroguen la legislación que define el embargo.
Información complementaria Desde el año 2000 se ha dictado nueva legislación que intenta suavizar el embargo y facilitar las exportaciones a Cuba, pero las exportaciones de medicinas siguen restringidas por las “inspecciones sobre el terreno aprobadas por el presidente” de Estados Unidos para determinar el propósito final de las medicinas y materiales que se van a exportar. En 2008, Cuba importó desde Estados Unidos alimentos y productos agrícolas por valor de 710 millones de dólares, y equipo médico y productos farmacéuticos por valor de tan sólo 1,2 millones de dólares. Las importaciones a Estados Unidos desde Cuba están totalmente prohibidas. Para más información, véase:
- INFORME: "El embargo estadounidense contra Cuba: su impacto en los derechos económicos y sociales", Amnistía Internacional, septiembre de 2009