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El Parlamento sigue fallando a las personas que trabajan en el servicio doméstico

Manifestación de trabajadoras domésticas en Indonesia en febrero de 2010. © Rumpun Tjoek Nyak Dien
Londres.- Las personas que trabajan en el servicio doméstico en  Indonesia, la inmensa mayoría de los cuales son mujeres y niñas, seguirán expuestos a la explotación y el abuso si el Parlamento del país no promulga la Ley sobre Trabajadores Domésticos.
Actualmente esas personas no se benefician de muchas de las salvaguardas jurídicas que las leyes de Indonesia ofrecen a otros trabajadores.
En el Día Nacional de los Trabajadores Domésticos, que se celebra en Indonesia el 15 de febrero, seguirá habiendo en este país unos 2,6 millones de trabajadores domésticos a los que no protege la ley”, ha dicho Sam Zarifi, director del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional. “Actualmente, la Ley del Trabajo de 2003, que garantiza los derechos de los trabajadores, discrimina a los trabajadores domésticos al no ofrecerles la misma protección que a otros, como por ejemplo unos límites razonables para la jornada laboral y disposiciones que regulen los descansos y las vacaciones.
Al no haberse aprobado el proyecto de ley que protege a las personas que trabajan en el servicio doméstico, a pesar de haber pasado más de un año desde que el Parlamento dio prioridad a su debate, estas  quedan expuestos a la explotación y los abusos.
La consecuencia es que las trabajadoras domésticas viven y trabajan en condiciones abusivas a espaldas de la opinión pública. Sufren explotación económica y son víctimas habituales de violencia física, psicológica y sexual.
Este retraso en ampliar la protección jurídica a los trabajadores domésticos parece no encajar con las medidas tomadas por el gobierno indonesio para mejorar la protección de los migrantes indonesios, incluidos los trabajadores domésticos, fuera del país. Apoyamos estas medidas, pero no puede haber un doble rasero cuando se trata de la protección de los derechos humanos”, ha dicho Sam Zarifi.
La falta de una protección adecuada influye también en el disfrute por parte de los trabajadores domésticos de sus derechos sexuales y reproductivos. En un informe titulado Left Without a Choice: Barriers to Reproductive Health in Indonesia, publicado a finales del pasado año, Amnistía Internacional concluyó que las trabajadoras domésticas se arriesgan a perder sus trabajos si quedan embarazadas, sin recibir indemnización alguna. También pueden verse obligadas a trabajar en situaciones que suponen un peligro para ellas y para los niños que esperan.
Garantizar la protección jurídica de las trabajadoras domésticas supondría un respaldo para las iniciativas emprendidas por el gobierno indonesio para aumentar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y mejorar la salud materna como parte de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Amnistía Internacional ha expresado su apoyo a la Red de Defensa de los Trabajadores Domésticos, coalición nacional que hace campaña en favor de los derechos de los trabajadores domésticos en Indonesia. La coalición, junto con una serie de organizaciones y sindicatos indonesios, organizará una serie de actos públicos en todo el país para conmemorar el Día Nacional de los Trabajadores Domésticos.

Información complementaria
 
La redacción y aprobación de una Ley sobre Trabajadores Domésticos entró en el Programa Nacional Legislativo en 2010, tras años de campaña de las organizaciones nacionales e internacionales.
 
El texto del proyecto de ley, al que Amnistía Internacional tuvo acceso en abril de 2010, no se ajustaba a las normas y leyes internacionales de derechos humanos, sobre todo en lo que se refiere a la protección de las trabajadoras antes y después del embarazo. El texto tampoco contenía disposiciones sobre las necesidades concretas de las mujeres, aunque la inmensa mayoría de los trabajadores domésticos en Indonesia son mujeres y niñas.
 
En junio de 2010, el Comité Parlamentario sobre Mano de Obra y Transmigración, Población y Salud (IX Comité) de la Cámara de Representantes, encargado de redactar el proyecto de ley, anunció que posponía su debate, alegando disputas no resueltas entre los partidos políticos.
 
En noviembre de 2010, el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, visitó Indonesia y en sus encuentros con ministros y otras partes interesadas planteó los motivos de preocupación que suscita la necesidad de protección de los trabajadores domésticos.
 
Se ha vuelto a dar prioridad al proyecto de ley en el Programa Nacional Legislativo de 2011, pero hasta ahora no ha habido ningún avance.

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