La condena condicional de tres años dictada contra el abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang es un intento deliberado de constreñir a un defensor de la libertad de expresión por parte de las autoridades chinas; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional. El martes, un tribunal de Pekín condenó a Pu Zhiqiang a tres años de cárcel, con una suspensión de tres años, por “provocar peleas y crear problemas” e “incitar al odio étnico”. El fallo condenatorio se basó principalmente en siete comentarios publicados en medios sociales, que en total sumaban unos 600 caracteres, en los que Pu criticaba políticas gubernamentales y a cargos del gobierno.
“Es improbable que Pu Zhiqiang pase otra noche en prisión y eso es claramente positivo, pero no oculta la grave injusticia cometida contra él. No es un delincuente y, en la practica, este fallo condenatorio deja atado de pies y manos para ejercer la abogacía a uno de los defensores de los derechos humanos más valientes de China”, ha afirmado William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China.“Pu Zhiqiang ya lleva más de 18 meses detenido y los únicos “indicios” que las autoridades han podido hallar en su contra después de investigarlo durante tanto tiempo son siete comentarios en redes sociales en los que criticaba al gobierno. Está entre los defensores más valientes del derecho a la libertad de expresión en China, y sufre persecución simplemente por ejercer ese derecho.” El martes por la mañana, la policía detuvo al menos a 12 activistas en el exterior del Tribunal Popular Intermedio número 2 de Pekín; habían acudido allí para expresar su apoyo a Pu Zhiqiang. En el juicio celebrado contra Pu el 14 de diciembre, la policía y varias personas sin identificar trataron a empujones a periodistas extranjeros, diplomáticos y simpatizantes de Pu en el exterior de la sede judicial. La policía se llevó aproximadamente a una veintena de sus simpatizantes. Hay al menos cuatro personas detenidas penalmente por participar en la protesta pacífica y no se les ha permitido acceder a un abogado. No se ha vuelto a tener noticias de otros cinco simpatizantes, y se teme que también estén detenidos. “La vergonzosa actuación policial a las puertas del tribunal que juzgaba a Pu Zhiqiang no hace sino evidenciar los motivos por los que China necesita más que nunca a defensores de la libertad de expresión como Pu. Todas las personas detenidas únicamente por expresar de manera pacífica su apoyo a Pu deben quedar en libertad de inmediato y sin condiciones”, ha dicho William Nee.