“La conclusión de este primer caso supone un importante avance para lograr la rendición de cuentas por los crímenes masivos del Jemer Rojo, y contribuye a que el pueblo de Camboya cierre este trágico capítulo de su historia”, ha dicho Rupert Abbott, investigador de Amnistía Internacional sobre Camboya. La sentencia definitiva dictada contra el director de una prisión del Jemer Rojo por el tribunal auspiciado por la ONU en Camboya es un importante paso hacia la rendición de cuentas.
La Corte Suprema del Tribunal confirmó una condena anterior impuesta a Kaing Guek Eav, alias Duch, por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra que “se encuentran entre los peores de la historia de la humanidad”, y elevó su condena de 35 años a cadena perpetua. Duch fue hallado responsable de la muerte de al menos 12.272 hombres, mujeres, niños y niñas entre 1975 y 1979, mientras dirigió la “S21”, una cárcel secreta del Jemer Rojo en una antigua escuela de Phnom Penh.
La sentencia declara a Duch culpable de otros delitos, pero también plantea motivos de preocupación desde el punto de vista de los derechos humanos, ya que anula la compensación que se le había concedido por la detención ilegal de la que fue objeto cuando un tribunal militar lo mantuvo detenido sin investigación ni juicio desde mayo de 1999 hasta julio de 2007.