Amnistía Internacional ha condenado enérgicamente esta tarde (27 de diciembre de 2007) el asesinato de la ex primera ministra de Pakistán y presidenta del Partido Popular de Pakistán, Benazir Bhutto, y de 15 trabajadores del Partido.
"Es espantoso ver cómo cercenan una vida de una forma tan brutal. Este tipo de atentados nunca pueden justificarse. Vulneran el derecho internacional y las normas de conducta democrática", ha declarado Catherine Baber, directora del Programa de Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.
Benazir Bhutto falleció tras recibir disparos en el cuello y en el pecho, poco después de participar en un mitin electoral. Según los informes, el agresor se suicidó después haciendo estallar un explosivo.
"Sabemos que el gobierno del presidente Musharraf estará sometido a una enorme presión para perseguir a los culpables y mantener la calma y la estabilidad en el país, pero Amnistía Internacional pide al presidente Musharraf –y a las fuerzas de seguridad– que se muestren comedidos y hagan respetar el Estado de derecho. No se debe permitir que el asesinato de Benazir Bhutto se convierta en un revés para la gobernanza civil o que incluso desemboque en una mayor represión de las libertades civiles", concluyó Catherine Baber.