Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Pide a las farmacéuticas que hagan su parte para acabar con la COVID-19

Un trabajador de la salud sostiene un cartel que pide vacunas COVID-19 gratuitas, seguras y efectivas
© REUTERS / Eloisa Lopez
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 34.844 firmantes

Junto con la Alianza Vacunas para el Pueblo hemos logrado ¡más de 2,7 millones de firmas! Estas firmas han servido para presionar en distintos momentos a las farmacéuticas a fin de que compartan tecnología y conocimiento sobre las vacunas COVID-19.

A partir de ahora hemos abierto una nueva petición en la que nos dirigimos a cuatro grandes farmacéuticas. Te pedimos que sigas apoyando la campaña firmando esta nueva petición aquí.

Petición antes del cierre

Si las empresas farmacéuticas comparten sus conocimientos y tecnología, otras compañías podrán fabricar más vacunas y acabaremos antes con el virus sin dejar a nadie atrás.

Este último año se han invertido miles de millones de dólares de las y los contribuyentes para ayudar a empresas como Astrazeneca, Moderna y Pfizer BioNTech a desarrollar y producir vacunas. Una de las claves para acabar el virus.

Ahora, compartir lo que saben podría ayudar a millones de personas.

Ya lo vimos hace veinte años: muchas empresas pudieron producir versiones "genéricas" de los medicamentos contra el VIH a precios más accesibles y millones de personas en todo el mundo pudieron, por fin, tener acceso a unos tratamientos que salvaban vidas.

En mayo de 2020, la Organización Mundial de la Salud estableció un mecanismo (llamado C-TAP, Acceso Mancomunado a Tecnología contra COVID-19) para que las empresas pudieran compartir recursos. Y, sin embargo, hasta ahora, ninguna empresa se ha unido a esta iniciativa.

Si las farmacéuticas que están desarrollando vacunas unen sus esfuerzos, las vacunas se podrán producir más rápido en diferentes partes del mundo y la gente podrá acceder a las vacunas más rápido y a un precio más bajo.

Firma y pide a Astrazeneca, Moderna, Pfizer, BioNTech y el resto de farmacéuticas que trabajan en las vacunas COVID-19 que compartan su trabajo y se unan a C-TAP para que nadie se quede sin vacuna.