Claudia Medina fue torturada en 2012 por soldados de la marina mexicana. Nadie ha rendido cuentas por ello.
Esta acción ha finalizado (17 de septiembre 2014)
¡Gracias a todas las personas que han participado! Entregaremos estas firmas a las autoridades mexicanas para presionarles a que abran una investigación efectiva sobre la tortura y los malos tratos sufridos por Claudia Medina, haga públicos sus resultados y lleve a los responsables de estos hechos ante la justicia. En Amnistía Internacional queremos que a través del caso de Claudia, se mejore sustancialmente la investigación de la tortura en México mediante la garantía de que todos los exámenes médicos de las presuntas víctimas cumplen plenamente con el Protocolo de Estambul respaldado por la ONU. Amnistía Internacional seguirá trabajando para que se erradique el uso de la tortura en México.
Petición antes del cierre
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Ni una sola persona ha sido detenida por las torturas que sufrí. Quiero justicia”. Claudia Medina. El 7 de agosto de 2012, a las tres de la mañana, soldados de la Marina irrumpieron en la casa de
Claudia Medina en la ciudad de Veracruz,
México. Le ataron las manos y le vendaron los ojos antes de meterla en una camioneta y llevarla a la base naval local. La acusaron de pertenecer a una banda criminal violenta, acusación que ella negó. Según el testimonio de Claudia, le aplicaron descargas eléctricas, la agredieron sexualmente y le propinaron golpes y patadas. Después la ataron a una silla y la dejaron bajo el abrasador sol de primeras horas de la tarde. Al día siguiente, le vendaron los ojos y la trasladaron a las oficinas de la Procuraduría General de la República. Cuando le quitaron la venda de los ojos, descubrió que también habían detenido a su esposo y su cuñado. Fue interrogada y presionada para que firmara una declaración que no le permitieron leer. El 13 de agosto, cuando compareció oficialmente ante el Juzgado, Claudia se retractó de la declaración que había sido obligada a firmar e informó al tribunal del trato que había sufrido y de las circunstancias de su detención. Quedó en libertad bajo fianza, en espera del resultado de los procedimientos judiciales.
En septiembre de 2012 Claudia volvió a exponer con detalle las torturas que había sufrido. El juez ordenó que investigaran las denuncias. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha rendido cuentas.