Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Dominicanos y dominicanas en riesgo de expulsión ¡de su propio país!

Maritza García con su bebé
Maritza García con su bebé
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 9.530 firmantes

Petición antes del cierre

Desde que el 17 de junio terminara el plan de regularización, las autoridades dominicanas han informado del retorno voluntario de decenas de miles de personas a Haití. Sin embargo, miles de personas denuncian que las han expulsado por la fuerza. El 14 de agosto, la Organización Internacional para las Migraciones informó de que el 32 % de las 6.311 personas entrevistadas en la frontera entre República Dominicana y Haití entre el 17 de junio y el 13 de agosto, afirmaba “haber sido deportada hacia Haití” por las autoridades dominicanas. Además, el 27 % de los entrevistados afirmaba haber nacido en República Dominicana y el 3,8 % declaraba tener un documento de identidad dominicano.

Está acción ha finalizado (14 de octubre de 2015)

¡Buenas noticias! La movilización de muchas personas y organizaciones, Amnistía Internacional entre ellas, sobre la posibilidad de que miles de personas dominicanas pudiera ser expulsadas de su país generó muchísima visibilidad internacional y docenas de medios de prensa extranjera viajaron a la República Dominicana para informar sobre ello. Quizá a consecuencia de esto, las deportaciones, que tenían fecha de inicio el 17 de junio, fueron oficialmente suspendidas hasta mediados de agosto. El gobierno dominicano finalmente se comprometió a no expulsar del país a personas nacidas en República Dominicana. Según organizaciones en la isla, las autoridades parece que están respetando mínimos protocolos y analizando los casos de manera individual para evitar la expulsión de personas nacidas en el país. Sin embargo, sigue habiendo una falta de transparencia en la aplicación de los protocolos que está lejos de cumplir la normativa internacional y jóvenes de ascendencia haitiana siguen siendo detenidos para ser deportados, aunque al final se haya conseguido la liberación de la mayoría. Aún así y todo, ¡el hecho que las autoridades están respetando un mínimo los protocolos de deportaciones representa un gran logro! Enhorabuena a todas las personas firmantes. Amnistía Internacional seguirá trabajando en este tema.

Petición antes del cierre

Maritza García tiene 27 años y, a pesar de nunca haber contado con documentos de identidad, ha nacido y vivido en la República Dominicana toda su vida. También son nacidos en este país su bebé, que no pudo declarar por faltar documentos de identidad. Ella habla español y nunca ha puesto un pie en la otra mitad de la isla, en Haití, de donde eran originarios sus antepasados, pero donde no tienen familia ni casa ni trabajo ni documentación. Nada. 
A pesar de que Maritza no tiene ninguna duda de cuál es su nacionalidad, el Tribunal Constitucional dictaminó en septiembre de 2013 que había que revisar la nacionalidad de todas las personas nacidas en el país desde 1929 de padres indocumentados. La inmensa mayoría de las personas afectadas por esta sentencia son de ascendencia haitiana. 
Las autoridades abrieron paralelamente un proceso de regularización para migrantes indocumentados que ya ha finalizado por lo que las deportaciones podrían empezar en cualquier momento. Las autoridades dominicanas no han parecido amilanarse por las voces en contra de la Corte Interamericana, del ACNUR o de las organizaciones de derechos humanos locales; más bien al contrario, se han sucedido las declaraciones nacionalistas, y todo el proceso ha seguido adelante, colocándose en el lado oscuro de la legalidad internacional. 
Pero quizá se lo piensen un poco mejor si conseguimos miles de firmas. Ayuda a Maritza y a todas las personas que como ella pueden convertirse en apatridas en su propio país.  ¡Firma!