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Malí: Menores soldados languidecen en cárceles para adultos

Jóvenes en un campo de entrenamiento militar en el norte de Malí
Jóvenes en un campo de entrenamiento militar en el norte de Malí, 2012. © Amnistía Internacional
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 9.429 firmantes

Petición antes del cierre

El gobierno debe trasferirlos a organismos gubernamentales o a organizaciones que les garanticen la protección especial a la que tienen derecho.

Esta acción ha finalizado (1 de octubre de 2014)

Pese a la creciente presión internacional, el gobierno de Mali sigue incumpliendo sus compromisos en materia de derechos humanos y encarcelando niños que han combatido con grupos armados. Estos menores deberían ser transferidos inmediatamente a organizaciones humanitarias como Cruz Roja o UNICEF tras verificar que efectivamente tienen menos de 18 años de edad. Esto no se está cumpliendo, y estos niños comparten espacio con adultos en las cárceles y no reciben un trato adecuado a su edad. Amnistía Internacional continuará realizando seguimiento de esta situación y exigiendo al gobierno de Mali que respete los derechos de estos menores. Os mantendremos informados de cualquier cambio que pueda suceder. Gracias a las más de 9.000 personas que han sumado su voz para pedir que acabe esta vulneración de derechos humanos.

Petición antes del cierre

Estuve detenido durante un mes en Timbuktu; los gendarmes me acusaron de ser un  islamista. Les dije que yo era un pastor, no un islamista (…) Aún no he visto al juez. Quiero ver a mis padres, estoy preocupado por ellos porque deben estar imaginando cosas horribles sobre mí.
(Testimonio de un menor detenido en 2014) Este testimonio muestra la terrible realidad que siguen viviendo los niños que han sido detenidos desde que estalló la crisis en Malí en 2012. Tanto las milicias progubernamentales como los grupos armados de oposición han reclutado a decenas de niños y niñas como combatientes. Los abusos a los derechos humanos continúan y, mientras tanto, menores languidecen en cárceles del país acusados de pertenencia a grupos armados y de posesión ilegal de armas de fuego. En el pasado, y a instancia de, entre otros, Amnistía Internacional, el gobierno maliense liberó a algunos de estos niños y los puso a disposición de UNICEF y Cruz Roja Internacional; incluso firmó un memorando de entendimiento que establecía la obligación de verificación de edad de cualquier posible menor y su inmediata liberación y transferencia a organizaciones humanitarias. Esto no se está cumpliendo. Amnistía Internacional ha podido comprobar que se han producido nuevos arrestos de menores y que, algunos de ellos, están recluidos con adultos, no han podido ver a su familia, no tienen abogados y son obligados a permanecer constantemente en sus celdas, sin poder salir para hacer ejercicio. El derecho internacional obliga a la separación de niños y niñas de adultos en cárceles y a darles un trato adecuado a su edad. También determina que la detención de menores debe ser el último recurso y que en todo caso deben poder mantener contacto con su familia. Malí debe cumplir sus obligaciones internacionales respecto a los niños y niñas soldado que mantiene detenidos.  ¡Pídeselo al gobierno de Malí!