El 5 de julio de 2019, en plena noche, unos hombres enmascarados y fuertemente armados entraron en el apartamento donde yo vivía con mi esposo Ramy Shaath, defensor de los derechos humanos egipcio-palestino. Sin orden judicial y sin dar explicaciones, se llevaron a Ramy delante de mí y me dieron 10 minutos para hacer una maleta antes de ser expulsada de Egipto.
Hace años que las autoridades egipcias someten a hostigamiento a Ramy debido a sus actividades políticas. Recluido en espera de juicio desde julio 2019, está detenido en condiciones inhumanas, como el resto de las personas detenidas (10 a 18 presos deben compartir 25m²). Además, no se están tomando medidas adecuadas para prevenir la propagación de la COVID-19 en el centro de detención.
Desde mi expulsión ilegal de Egipto el 5 de julio de 2019, sólo se me ha permitido hablar por teléfono con él en dos ocasiones. Pero gracias a la movilización internacional, se me concedió permiso para regresar a Egipto en febrero de 2021, para una estancia de 10 días, durante la cual pude visitarlo en la cárcel. Pude abrazar a Ramy por primera vez en 19 meses. Luego me vi obligada a despedirme de él nuevamente, sin saber cuándo lo volvería a ver.
El 5 de julio de 2021 hará dos años que Ramy está detenido arbitrariamente, dos años que estoy separada de él. ¡Ayúdenme a reunirme con mi esposo y a exigir a las autoridades egipcias que lo pongan en libertad de inmediato y sin condiciones!
Ayúdanos a llegar a 10.000
Firma y enviaremos esta petición en tu nombre al Presidente de Egipto.
Enviaremos esta petición junto con tu nombre, apellidos y país.
Señor Presidente:
El 5 de julio de 2019, hacia las 00.45 horas, unos 10 agentes de policía fuertemente armados irrumpieron en el domicilio del activista político Ramy Shaath, en El Cairo, sin identificarse ni mostrar orden de detención alguna. Registraron el apartamento y confiscaron ordenadores, discos duros y teléfonos móviles. Detuvieron a Ramy Shaath y a su esposa, Céline Lebrun Shaath, profesora de historia y organizadora comunitaria, que ese mismo día fue expulsada a Francia, aunque residía legalmente en Egipto desde marzo de 2012.
Las fuerzas de seguridad llevaron a Ramy Shaath a un lugar no revelado y ocultaron su paradero durante unas 36 horas. Los agentes de la comisaría de policía de Qasr el-Nil, en el centro de El Cairo, dijeron a su familia y a sus abogados que no estaba bajo su custodia. Más tarde, un abogado informó a la familia de que Ramy Shaath había comparecido ante un fiscal de la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado en El Cairo Nuevo. No se le permitió llamar a su familia ni a su abogado, y durante la sesión de interrogatorio estuvo representado por un letrado de oficio.
La detención preventiva de Ramy ha sido renovada en numerosas ocasiones desde su arresto. El 18 de abril de 2020 una sala del Tribunal Penal de El Cairo que se ocupa de los casos de terrorismo decidió arbitrariamente, in absentia, incluir a Ramy Shaath en la “lista de terroristas” de Egipto por un periodo de cinco años.
Ramy Shaath, activista egipcio-palestino, es uno de los defensores y defensoras de los derechos humanos detenidos injustamente en Egipto únicamente por haber ejercido su derecho a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación.
Como presidente de la República Árabe de Egipto, lo insto a que haga uso de su autoridad para garantizar la liberación inmediata y sin condiciones de Ramy Shaath. Ramy Shaath es preso de conciencia, detenido únicamente por ejercer de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión y su derecho a participar en los asuntos públicos.
Atentamente,
Si quieres recibir otras acciones como esta e información adicional de Amnistía Internacional para cambiar el mundo, haz click en el botón.