Firma por el alto el fuego en Gaza e Israel
IAWO HAKAMADA: Tras medio siglo, la batalla final por conseguir justicia está muy cerca
Esta acción ha finalizado. Hemos sido 4.991 firmantes
Esta acción ha finalizado (26 de octubre de 2024) con las mejores noticias: la absolución de Iwao Hakamada. ¡¡POR FIN!! No tenemos palabras para expresar la inmensa alegría por él y por su hermana Hideko que ha estado infatigablemente luchando contra la injusta condena a muerte de su hermano Iwao. Ha sido medio siglo de encarcelamiento injusto y diez años de espera para su nuevo juicio, hasta que se ha hecho justicia. Desde Amnistía Internacional pediremos a las autoridades japonesas que revisen todas las condenas a muerte existentes, especialmente cuando existen motivos de preocupación por discapacidades mentales e intelectuales. Sólo la abolición total de la pena capital garantizará que no se repitan nunca errores tan graves, y que no se prive de la vida a personas de forma irreversible y arbitraria.
Mil gracias a todas las personas que a lo largo de todos estos años se han interesado por el caso y han firmado peticiones por su liberación.
Petición antes del cierre
Iwao Hakamada es un anciano japonés de 87 años. Tiene el muy dudoso honor de ser la persona que más tiempo ha estado en el corredor de la muerte por un asesinato que él siempre dijo no cometió.
Iwao fue condenado a muerte hace 55 años, basándose en una "confesión" obtenida mediante tortura u otros malos tratos y en pruebas que probablemente fueron “fabricadas”. Esto no es una opinión de Amnistía Internacional sino del Tribunal Superior de Tokio. La Fiscalía no ha retirado los cargos contra Hakamada por lo que habrá un nuevo juicio contra él.
El inicio del juicio es ya inminente. Aunque con insoportable lentitud, Amnistía Internacional gracias al trabajo de cientos de miles de activistas y simpatizantes ha ido consiguiendo victorias que nos han traído a este punto. Esta es la batalla final: Firma para pedir a las autoridades japonesas que garanticen que se lleve a cabo un juicio justo – el primero no lo fue – y se protejan los derechos humanos y la dignidad de Iwao Hakamada.