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Egipto: Violencia contra las mujeres por doquier
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Gracias por haber firmado esta ciberacción. Amnistía Internacional seguirá trabajando para que las autoridades egipcias tomen medidas concretas para poner fin a la violencia y la discriminación contra las mujeres en Egipto, como reformar la legislación para garantizar que se ajusta a las normas internacionales de derechos humanos o elaborar y aplicar una estrategia para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, que incluya una campaña de sensibilización pública para combatir la discriminación, la violencia sexual y de género y los estereotipos de género.
Más información sobre los derechos de las mujeres en Egipto.
Petición antes del cierre
Las mujeres y niñas egipcias se enfrentan, tanto en su propio hogar como en espacios públicos, a situaciones de una violencia alarmante. ¡Actúa!
“A la policía no le importa, no piensan que es un problema que un marido pegue a una mujer. Si eres pobre, te echan después de insultarte”
El nuevo presidente de Egipto se ha comprometido a detener la violencia contra las mujeres, PERO:
- En un estudio de ONU Mujeres y del Ministerio de Salud egipcio, el 99% de las mujeres encuestadas dijeron que habían sufrido acoso sexual, y el 47%, alguna forma de violencia en el ámbito familiar.
- Las agresiones sexuales en espacios públicos se han multiplicado en los últimos años, especialmente durante las manifestaciones celebradas en la plaza Tahrir de El Cairo. Sólo un número muy reducido de hombres han sido encarcelados por estas agresiones.
- En Egipto la legislación relativa al divorcio es profundamente discriminatoria: mientras que los hombres pueden divorciarse unilateralmente sin necesidad de justificación, las mujeres se ven obligadas a renunciar a sus derechos económicos aceptando un divorcio "amistoso" o, en su defecto, disputar una larga y costosa batalla legal para demostrar que su esposo "les causó daño".
- Las mujeres que se encuentran bajo custodia del Estado reciben un trato deplorable. En ocasiones mientras se encuentran arrestadas o encarceladas, sufren torturas y malos tratos – incluida violencia sexual– a manos de las fuerzas de seguridad.
- Los servicios para las mujeres supervivientes de la violencia sexual y de género son casi inexistentes. Las que denuncian este tipo de agresiones se enfrentan a muchas dificultades, como la falta de interés de los fiscales y de las fuerzas de seguridad, así como a las carencias del Código Penal, que no persigue expresamente la violencia en el ámbito familiar ni las violaciones conyugales.
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