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Se debe poner fin a la represión de los medios de comunicación

Faisal Mohammed Saleh © Particular
Las autoridades sudanesas deben acabar con el hostigamiento que siguen sufriendo los medios de comunicación independientes, ha declarado Amnistía Internacional después de que se volviese a detener a un destacado periodista y el martes se confiscasen copias de un periódico nacional en Jartum.

Faisal Mohammed Saleh
, columnista en varios periódicos nacionales que en 2011 informó sobre la presunta violación de una activista cometida por agentes del Servicio de Seguridad Nacional, permanece en este momento retenido por el Servicio de Seguridad Nacional.

Mientras tanto, hoy han sido confiscadas en la imprenta por quinta vez en cinco meses copias del periódico nacional Al Midan, lo que hace peligrar el futuro económico de la publicación.

“El gobierno sudanés continúa su acoso implacable de periodistas y directores de publicaciones que se atreven a hacer su trabajo”, ha manifestado Jean-Baptiste Gallopin, investigador de Amnistía Internacional sobre Sudán.

“Las autoridades están desplegando un amplio abanico de medidas represivas contra personas y organizaciones de medios de comunicación para disuadirlos e impedir que informen con independencia y sentido crítico.”

“La nueva detención de Faisal Saleh supone un revés para la libertad de expresión, y las autoridades sudanesas deben garantizar que el Servicio de Seguridad Nacional acaba con estos intentos constantes de acallar toda forma de disidencia.”

Faisal Saleh, que es también presidente de Teeba Press, ONG que forma a periodistas, fue citado a comparecer en las oficinas del Servicio de Seguridad Nacional todos los días durante casi dos semanas en abril y mayo.

Le hicieron esperar todo el día para un interrogatorio que nunca tuvo lugar, sin procurarle alimento ni agua. Tras negarse posteriormente a presentarse, lo volvieron a detener en dos ocasiones.

Ahora se enfrenta a nuevos y ambiguos cargos de “delitos contra el Estado”, además de los cargos anteriores de difamación por informar en marzo del año pasado de que la activista Safia Ishaag fue presuntamente violada por agentes del Servicio de Seguridad Nacional.

Amnistía Internacional considera a Faisal Mohammed Saleh preso de conciencia, encarcelado únicamente por la expresión pacífica de sus convicciones.

Mientras tanto, según los informes, el 6 de mayo por orden del Servicio de Seguridad Nacional se prohibió escribir al periodista Haidar al Kashifi, del diario Al Sahafa.

Asimismo los periódicos tienen que hacer frente a continuos impedimentos como resultado de la injerencia del Servicio de Seguridad Nacional. Los directores de los periódicos están sometidos a gran presión por parte de los agentes del Servicio de Seguridad Nacional, con quienes deben mantener contacto a diario.

El Servicio de Seguridad Nacional ha amenazado reiteradamente a los directores de periódicos con el despido y la cancelación de la licencia del diario en un intento de impedir que los medios de comunicación informen sobre lo que sucede.

Los periódicos también sufren formas directas de censura, ya que con frecuencia agentes del Servicio de Seguridad Nacional impiden a la dirección de los diarios publicar artículos o artículos de opinión antes de su publicación.

En ocasiones el Servicio de Seguridad Nacional confisca toda la tirada de un periódico en un acto que coloca al periódico bajo una presión comercial extrema.

Desde comienzos de abril se han confiscado seis números del diario nacional Al Jareeda ("El periódico"), mientras que el 8 de mayo el diario independiente Al Tayyar ("La Corriente") fue presuntamente confiscado.

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