Nueva York: Tres importantes defensoras de la campaña para controlar el comercio internacional de armas —la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf; la actriz galardonada con el Óscar Helen Mirren y la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson—, y 20 destacados periodistas, han pedido a los gobiernos que elaboren un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas estricto y enraizado en el derecho internacional humanitario y de derechos humanos para poner fin a las transferencias de armas que alimentan la violencia y los conflictos en el mundo.
Los gobiernos tienen oficialmente hasta el final de este mes para presentar ante el secretario general de la ONU sus propuestas en relación con el Tratado. Si estas propuestas no piden expresamente la prohibición de las transferencias de armas que alimentan los conflictos, la pobreza y los abusos contra los derechos humanos, hay un grave riesgo de que el tratado resultante no sirva para salvar vidas, advierten los activistas. Existe el temor de que los gobiernos más escépticos, como el de Estados Unidos, intenten bloquear un tratado estricto.
La actriz Helen Mirren ha declarado: "Desde Kenia hasta Brasil, pasando por Sri Lanka, hay más armas, y son más fáciles de obtener y más baratas que nunca. En diciembre de 2006, el 80 por ciento de los gobiernos del mundo votaron a favor de iniciar las tareas para elaborar un tratado internacional sobre el comercio de armas. Todos los gobiernos tienen ahora la responsabilidad de hacer realidad un tratado sobre el comercio de armas que sea efectivo."
Hoy, algunos gobiernos, como el de Australia y el Finlandia, presentan sus propuestas para el tratado ante las Naciones Unidas en Nueva York. Los activistas instaron a los demás Estados a que sigan su ejemplo.
La presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, ha manifestado: "Ahora es cuando tenemos la oportunidad de lograr poner fin a las transferencias de armas que alimentan abusos graves contra los derechos humanos, los conflictos y la pobreza. Ruego a los gobiernos, y a los fabricantes, intermediarios y comerciantes de armas del mundo que no nieguen a Liberia ni a ningún otro país, ni ahora ni el futuro, esta gran oportunidad de consolidar la paz para nuestros hijos y para nosotros mismos."
Hoy, la campaña Armas bajo Control, encabezada por Oxfam Internacional, Amnistía Internacional y la IANSA, celebra un día mundial de acción para presionar a los gobiernos a fin de que elaboren un tratado enérgico. Para conmemorar el día, 20 destacados periodistas y ex periodistas que han trabajado en zonas de guerra han hecho pública una carta conjunta. Christiane Amanpour, Jon Lee Anderson, Martin Bell, Janine Di Giovanni, Sebastian Junger, Don McCullin, Paul Moreira, Sorious Samura y Charles Wheeler son algunos de los reporteros y fotógrafos que han firmado la carta, que dice: "Ya es hora de que todos los gobiernos asuman la responsabilidad de las tragedias individuales perpetradas con las armas que suministran: las mujeres violadas a punta de pistola, los jóvenes aplastados bajo las ruedas de los tanques de guerra, los niños obligados a convertirse en soldados."
Activistas de todo el mundo celebrarán también hoy diversos actos en apoyo del tratado. En países como Canadá, Guyana, Malí, Sudáfrica, Tanzania y la República Democrática del Congo, los activistas participarán en la "consulta popular" organizada por la campaña Armas bajo Control en más de 60 países y que tendrá lugar en los próximos tres meses. La consulta permitirá que los ciudadanos corrientes, muchos de ellos afectados directamente por el comercio de armas, digan lo que quieren que incluya el tratado. Su realización se llevará a cabo de forma paralela al proceso oficial de recogida de aportaciones de los gobiernos liderado por el secretario general de la ONU. Los resultados de la "consulta popular" se entregarán en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en octubre.
Mary Robinson, ex presidenta de Irlanda y ex alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, ha afirmado: "El comercio irresponsable de armas es una historia de terror mundial y exige una solución mundial: el Tratado sobre el Comercio de Armas. Los gobiernos deben acordar un tratado estricto que sirva para salvar vidas, por el bien de los millones de personas que viven bajo el riesgo de la violencia armada en todo el mundo."
Por su parte, Joseph Dube, portavoz de la campaña, ha declarado: "Existe un peligro muy real de que los gobiernos más escépticos, como el de Estados Unidos, intenten atenuar el tratado, haciendo que sea demasiado endeble para salvar vidas. Las personas que apoyan este tratado, más de un millón en todo el mundo, no permitirán que eso ocurra."