Con la ejecución número 1.000, la lotería de la muerte alcanza vergonzosos límites

28 de noviembre de 2005

Un guardia de prisiones saca a un hombre de una celda. Lo lleva por un pasillo hasta la cámara de ejecuciones, donde, en presencia de testigos, el preso es envenenado y muere. Los testigos regresan a sus casas, muchos de ellos traumatizados ya para siempre. Las autoridades de la prisión que han participado directamente en esta forma de acabar con una vida humana también están traumatizadas. Los periodistas escriben artículos sobre el hombre al que acaban de matar delante de ellos. Los funcionarios desalojan la sala hasta la próxima vez.www.amnesty.org www.1000execution.org

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