Londres / Madrid.- Ignacio Uría Mendizábal, copropietario de una de las empresas de construcción que trabaja en las obras del tren de alta velocidad entre el País Vasco y Madrid, ha sido asesinado a tiros hoy frente a un restaurante en Azpeitia. Los informes iniciales indican que el homicidio fue llevado a cabo por miembros de ETA. Amnistía Internacional condena sin reservas este homicidio y reitera su llamamiento a ETA para que ponga fin de forma inmediata y permanente a su campaña de homicidios, secuestros, toma de rehenes y otros abusos graves contra los derechos humanos.
Desde que empezaron las obras del tren de alta velocidad, las empresas que participan en su construcción han sufrido amenazas y actos de sabotaje por parte de ETA. Altuna y Uría, la empresa de la que era copropietario Ignacio Uría Mendizábal, sufrió actos de sabotaje en marzo de 2007. En agosto de 2008, ETA reivindicó la autoría de tres ataques con bombas a empresas que participaban en las obras de construcción (en Zarautz el 1 de junio, en Hernani el 9 de junio, y en Orio el 28 de julio) y reiteró sus amenazas contra ellas. Según fuentes policiales citadas en la prensa española, Ignacio Uría Mendizábal había recibido diversas amenazas en los últimos años por negarse a realizar pagos a ETA.
Amnistía Internacional ha condenado sistemáticamente los graves abusos contra los derechos humanos cometidos por ETA y ha rechazado de forma categórica cualquier argumento u objetivo que pretenda justificar estos abusos.
Tras el homicidio el pasado 7 de marzo de 2008 del ex concejal del Partido Socialista, Isaías Carrasco, la organización instó una vez más a ETA a poner fin de inmediato y con carácter definitivo a su campaña de homicidios, amenazas y hostigamiento, entre otros abusos contra los derechos humanos. La organización ha hecho numerosos llamamientos a ETA para que ponga fin a su campaña de homicidios deliberados de civiles y para que respete los derechos humanos.