Movilización de las redes sociales, envío de cartas abiertas, difusión de ciberacciones... la voz de la sociedad civil se ha hecho oír. Si finalmente son aprobadas las enmiendas del Parlamento Europeo, 880.000 empresas europeas estarán obligadas a obtener un certificado que acredite que no financian grupos armados ni incentivan abusos de derechos humanos con el comercio de minerales. ¡Gracias a todas las personas que nos ayudaron con su firma a lograr esta gran victoria!
Durante décadas, el comercio de minerales ha jugado un papel central en la financiación de algunos de los conflictos más brutales del mundo. Bien conocido es, por ejemplo, el caso de la República Democrática del Congo y el coltán.
Móviles, tabletas, ordenadores. “minerales de conflicto”. se utilizan para financiar grupos armados en las zonas de África donde se encuentran los principales yacimientos.República Democrática del Congo y el coltán.
Un grupo de menorestrabaja en las minas desempeñando labores poco cualificadas pero de alto riesgo para conseguir minerales como el coltán, necesario para la fabricación de dispositivos electrónicos. © AI/IPIS
Y ¿por qué es tan importante?
- Porque se ha hecho visible la influencia real de la sociedad civil en las iniciativas legislativas. El Parlamento Europeo ha puesto de manifiesto que “ha crecido la sensibilización, tanto entre ciudadanos de la Unión como entre actores de la sociedad civil, ante el hecho de que las empresas no tengan que responder de su posible conexión con la extracción y el comercio ilícitos de minerales procedentes de regiones en conflicto.
La consecuencia es que tales minerales, que pueden estar presentes en los productos de consumo, relacionan a los consumidores con conflictos en los que se vulneran gravemente los derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres, dado que los grupos armados utilizan con frecuencia la violación colectiva como estrategia deliberada para intimidar y controlar a las poblaciones locales y proteger así sus propios intereses. Por tanto, los ciudadanos han solicitado, principalmente a través de peticiones, que el Parlamento Europeo y el Consejo propongan legislación para hacer que las empresas sean responsables”.
- Porque establece la obligatoriedad de las empresas, y de sus subsidiarias y subcontratadas, de acreditar la procedencia de los minerales que importan y garantizar que los ingresos que producen no alimentan el brote o la persistencia de conflictos violentos. El Reglamento refleja la necesidad de diligencia debida a lo largo de toda la cadena de suministro desde el lugar de abastecimiento hasta el producto final.
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