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La empresa Forrest International debe asumir su responsabilidad en los desalojos forzosos en Kawama, RDC

Itala Marguerite y Jeanne Mujinga delante de sus viviendas provisionales
Itala Marguerite y Jeanne Mujinga, cuyas viviendas fueron demolidas el 24 de noviembre de 2009. Quienes perdieron sus hogares construyeron refugios temporales con los escombros, chapas onduladas y láminas de plástico.
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 24.198 firmantes

Petición antes del cierre

El 24 y 25 de noviembre de 2009 cientos de personas de Kawama, en República Democrática del Congo, fueron desalojadas de sus casas por la fuerza por la policía y por las excavadoras de la empresa Entreprise Générale Malta Forrest (EGMF).

Esta acción ha finalizado (13 de marzo de 2015)

Gracias a las más de 24.000 personas que habéis firmado la acción. Amnistía Internacional entregará todas las firmas recogidas a nivel internacional a la empresa Groupe Forrest International. Con la entrega de firmas continuaremos ejerciendo la presión a la empresa para que acepte la responsabilidad por su papel en el desalojo forzoso de cientos de residentes en Kawama, y que pague una indemnización por sus pérdidas.

Petición antes del cierre

"La policía me dió 15 minutos para sacar mis cosas de mi casa, sin ninguna explicación. Pensé que estaban bromeando, no pensé que la policía y las excavadoras iban a echar mi casa abajo”. Mujer residente en Kawama, Katanga. Kawama es una aldea que está al lado de la mina Luiswishi que, en aquel momento, era operada por la EGMF, filial de la empresa minera belga Groupe Forrest International. Cinco años después de estos desalojos forzosos, Groupe Forrest International sigue mintiendo sistemáticamente. La empresa afirma que fueron desalojos legales, y responsabiliza de los mismos a la policía. Sin embargo, los conductores de las excavadoras de EGMF han declarado que sus superiores les ordenaron ir a Kawama y seguir las instrucciones de la policía. Vídeos e imágenes por satélite a los que ha tenido acceso Amnistía Internacional muestran que se derribaron casi 400 edificaciones y a policías armados sacando a las personas de sus casas, incluidos a niños y niñas. La empresa ya no puede negar la verdad. Los derribos se realizaron en dos días. La empresa sabía que se estaban produciendo y tuvo tiempo para protestar contra el uso de su personal y sus equipos en los desalojos forzosos. No lo hizo. Cuando una empresa ha provocado o contribuido a provocar impactos negativos en derechos humanos debe adoptar medidas de reparación. El pago de una indemnización a los cientos de personas que perdieron sus casas y medios de subsistencia es lo menos que esta multinacional puede hacer. Las excavadoras de la Forrest destruyeron sus hogares y sus mentiras les negaron la justicia.Pide a Forrest International que acepte la responsabilidad por su papel en el desalojo forzoso de cientos de residentes en Kawama, y que pague una indemnización por sus pérdidas.