España y Marruecos: Exige justicia por las muertes y las desapariciones en Melilla
Marian no puede esperar
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Marian, solicitante de asilo argelina, víctima de violencia de género que llevaba más de un año en el CETI de Melilla, ya ha sido trasladada a la península. Todavía no tenemos información de su destino final, pero esperemos que por fin vaya a un lugar más adecuado para ella y su hija donde retomar sus vidas. Gracias a todas las personas que han participado en esta acción.
Petición antes del cierre
La situación de personas refugiadas y migrantes en Ceuta y Melilla
Marian, de 27 años y nacionalidad argelina, vive desde hace más de un año con su hija de tres años en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Durante mucho tiempo, fue maltratada por su marido, que incluso llegó a obligarla a prostituirse. Una vez en España, las palizas y los insultos continuaron, incluso dentro del CETI. Tras estas agresiones, la única medida que se tomó para proteger a Marian fue denegar la entrada en el CETI a su marido. Este hecho no mejoró su situación, ya que continuó sufriendo amenazas, incluso de muerte, hasta el punto de que durante mucho tiempo no se atrevió a salir a la calle. Durante todo este tiempo, Marian ha sido también solicitante de asilo, y sin embargo, las autoridades españolas han impedido su traslado a la península y no han garantizado los derechos que tiene reconocidos en la legislación española.
Hace unos días Marian recibió una buena noticia: iba a ser traslada a la península. Pero todo era un espejismo. Después de haberle entregado la comunicación por la que se le informaba que iba a salir de Melilla, ésta le fue retirada hasta que no se practique una prueba de ADN a ella y a su hija para demostrar la filiación entre ambas. Esta decisión llega un año después de la llegada de Marian y su hija a territorio español, y hasta ahora, no parece que hayan existido por parte de las autoridades dudas en relación a su filiación.
La falta de medidas adecuadas para garantizar la integridad física y psicológica de Marian y de su hija y su condición de víctima de violencia de género hacen que sea urgente su traslado a la península. ¿Por qué se suspende el traslado de Marian y su hija a la península? ¿Por qué se duda ahora de la filiación entre ellas? ¿Por qué se adopta esta medida obviando la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra Marian, como víctima de violencia de género?
Marian y su hija no pueden esperar el resultado de unas pruebas que hace un año nadie solicitó.
¡ACTÚA!
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