Israel debe poner fin al genocidio en Gaza
¡S.O.S! Personas refugiadas sirias abandonadas a su suerte en la frontera
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Damos las gracias a las más de 7.000 personas que se han sumado a la petición de Amnistía Internacional para que el gobierno de Jordania permita la entrada de todas las personas procedentes de Siria que tratan de cruzar la frontera nororiental y para que no devuelva a personas refugiadas y solicitantes de asilo.
Amnistía Internacional sigue documentando y denunciando las gravísimas violaciones de derechos humanos que se están produciendo en Siria, así como las que se cometen contra las personas que están huyendo del conflicto, tanto en Jordania como en otros países limítrofes y cuando tratan de llegar a Europa.
Petición antes del cierre
Ya son 13.000 personas refugiadas sirias a las que el gobierno jordano les niega la entrada al país. Entre ellas hay mujeres embarazadas, niños y niñas y personas de avanzada edad.
Un creciente número de personas que huyen del conflicto armado de Siria quedan abandonadas a su suerte en el lado jordano de la frontera. Desde noviembre llegan a diario a la frontera jordana centenares de refugiados. Muchos necesitan desesperadamente ayuda humanitaria, pero las autoridades jordanas restringen el acceso de las organizaciones internacionales a la zona. Estamos en pleno invierno y las temperaturas pueden descender bajo cero en la zona desértica de la frontera. Los refugiados abandonados allí a su suerte viven en refugios improvisados. Su acceso a alimentos, agua, mantas y suministros médicos proporcionados por las agencias internacionales de ayuda humanitaria es limitado. El 80% de esta población se encuentra en situación de vulnerabilidad. Hay mujeres embarazadas, niños, ancianos y enfermos en estado crítico. Las personas con enfermedades crónicas están luchando para conseguir los medicamentos que necesitan. Algunas mujeres embarazadas están en su tercer trimestre y pueden verse obligadas a dar a luz en la frontera.
Tras la reciente intensificación del conflicto en Siria y el cierre de las fronteras de Turquía y Líbano, la cifra de personas refugiadas en la frontera de Jordania se ha incrementado abruptamente, pasando de 4.000 a 13.000 personas. Cerrar la frontera a quienes necesitan protección constituye un incumplimiento de la obligación de Jordania de no devolver a ninguna persona a un lugar donde corra un riesgo real de sufrir persecución u otros abusos o violaciones graves de derechos humanos El gobierno de Jordania debe permitir entrar al país a todas las personas sirias de forma urgente y abstenerse de devolver a refugiadas y solicitantes de asilo a Siria.
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