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Irán: Menor de edad en riesgo de ejecución inminente

Saman Naseem
Foto de Saman Naseem
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 60.134 firmantes

Petición antes del cierre

Si no lo impedimos, Saman Naseem será ejecutado en cualquier momento.

Esta acción ha finalizado (16 de julio de 2015)

¡Muchas gracias a las más de 60.000 personas que habéis firmado esta petición! Cinco meses después de la fecha prevista para su ejecución en febrero de este año por fin se conoce el paradero y destino de Saman Naseem, joven iraní condenado a pena de muerte por un delito cometido cuando era menor de edad. El Tribunal Supremo ha admitido la solicitud de revisión judicial de su caso, lo que significa que el fallo condenatorio y condena han sido anulados de manera que Saman Naseem tiene derecho a que se celebre un nuevo juicio. Su historia ilustra el mal funcionamiento del sistema penal en Irán. Las autoridades iraníes ahora deben garantizar que se vuelve a juzgar a Saman Naseem con las debidas garantías y en ningún caso, le deben aplicar la pena de muerte.

Petición antes del cierre

“La tortura comenzó tan pronto como entré en la celda. […] Una pequeña habitación de dos metros de largo y 50 centímetros de ancho, con un pequeño inodoro y una cámara que vigila todos mis movimientos. Fui torturado desde que me detuvieron, me colgaron de las manos y los pies durante horas, me vendaron los ojos, me dijeron que habían detenido a mi familia... […] Todo para conseguir una confesión. Me dijeron que me enterrarían con una excavadora, como a mis amigos, y que cubrirían mi tumba con cemento. […] El juicio fue solo un espectáculo, ni siquiera permitieron a mi abogado defenderme. Incluso el presidente del tribunal me amenazó varias veces con palizas. […] Me sentenciaron a muerte en 2013, puedo ser ejecutado en cualquier momento”. No es el guión de ninguna película. Son fragmentos de una carta que Saman Naseem, de 22 años de edad, escribió desde una prisión en Irán, donde está condenado a muerte por delitos que presuntamente cometió cuando tenía 17 años.  Saman Naseem fue detenido el 17 de julio de 2011, tras un tiroteo entre la Guardia Revolucionaria de Irán y el Partido por una Vida Libre en Kurdistán (PJAK) en la ciudad de Sardasht, provincia de Azerbaiyán Occidental. Se dice que durante el tiroteo murió un miembro de la Guardia Revolucionaria y resultaron heridos tres más. En septiembre del mismo año, Saman Naseem fue obligado a hacer una “confesión” grabada, que se emitió luego en la televisión pública. Dijo al tribunal que los interrogadores le habían obligado a poner las huellas dactilares en unas "confesiones" cuyo contenido ignoraba. Denunció también que los interrogadores le habían arrancado uñas de los pies y las manos y le habían propinado palizas, que le habían producido contusiones en la espalda, las piernas y el abdomen. El tribunal hizo caso omiso de estas declaraciones y admitió la "confesión". Fue condenado a muerte en abril de 2013 y el Tribunal Supremo confirmó la condena. El uso de la pena de muerte contra personas menores de 18 años en el momento del presunto delito está terminantemente prohibido por el derecho internacional, como por ejemplo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre los Derechos del Niño, tratados que Irán ha ratificado. Irán es uno de los países que más ejecuciones lleva a cabo cada año. Si no lo impedimos, Saman Naseem podría pasar a formar parte de esas terribles estadísticas.¡ACTÚA!