Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

© Private

Blog

“Es mejor morir de un disparo que ir muriendo poco a poco"

Anna Neistat, Senior Director of Research at Amnesty International @AnnaNeistat,

Cuando aterrizamos en Nauru me pareció que el avión iba a estrellarse contra el océano, y es que esta diminuta isla es más pequeña que muchos aeropuertos por los que he pasado. El paisaje es poco acogedor: la mayoría de las zonas del interior han quedado arrasadas por décadas de extracción de fosfatos. Donde vayas encuentras calor, polvo y perros salvajes.

A lo largo de los últimos 15 años he trabajado en casi todas las zonas de conflicto del mundo, así que creía estar familiarizada con el sufrimiento, la injusticia y la desesperación, pero lo que vi y escuché en Nauru me perseguirá durante el resto de mi vida.
Anna Neistat, directora general de Investigación en Amnistía Internacional

Realidad oculta

cientos de hombres, mujeres, niños y niñas están varados en esta isla remota

ningún periodista ni observador independiente ha podido visitar Nauru

Tal vez la tortura sea el peor y más traumático de los abusos que he documentado durante mi labor como defensora de los derechos humanos; es muy difícil llegar a recuperarse del sufrimiento físico cuando va acompañado de una pérdida absoluta de control, pero en Nauru descubrí que existe algo aún peor.
Anna Neistat

No tienen a dónde ir

1.200 personas que han sufrido terribles penalidades



no tienen a dónde ir
Al principio, a estas personas les dijeron que las enviarían a Nauru “durante seis meses” para llevar a cabo una serie de trámites. Tres años después, se sienten engañadas y olvidadas.
Anna Neistat


esto es peor que una cárcel

Vivían en tiendas de campaña mohosas

humillaciones, agresiones sexuales y otras formas de acoso
En muchos aspectos, esto es peor que una cárcel: al menos, en una cárcel sabes por qué te han encerrado y cuánto tiempo de condena te queda por cumplir. Y, tarde o temprano, existe la posibilidad de salir.
Refugiado atrapado en Nauru

Graves problemas de salud



un fuerte golpe en la cabeza

la policía se negó a abrir un expediente

serios problemas de salud

Básicamente, para que te lleven a Australia a recibir tratamiento, te tienes que estar muriendo. De lo contrario, insisten en que no estás tan mal como para justificar un traslado por motivos médicos.
Un refugiado en Nauru

Intentos de suicidio

traumas mentales, autolesiones e intentos de suicidioencontró a su mujer inconsciente, con la cama rodeada de frascos de medicinas vacíospensé que me estaba volviendo locoHasta hay niños y niñas que han intentado suicidarse
Intento que todo esté escondido en esta diminuta habitación: las pastillas, los cuchillos... Y no le dejo salir, porque temo que intente hacerse daño.
Ali, afgano residente en Nauru, teme por el bienestar de su hijo menor

También en Grecia

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.