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Activistas de Amnistía Internacional protestan frente a la embajada de Arabia Saudí

Activistas de Amnistía Internacional piden la liberación de los y las defensoras por los derechos de las mujeres en Arabia Saudí. © Amnesty International

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Cinco cosas que son delito si eres mujer en Arabia Saudí

Escrito originalmente por Vega Alonso del Val (@VegaAlonsoV), colaboradora de Amnistía Internacional. Actualizado por Agustín Díaz, activista de Amnistía Internacional,

A pesar de algunos avances, nacer mujer en Arabia Saudí aún supone nacer con menos derechos que los hombres por el mero hecho de ser mujer. Además, el sistema de “tutela” masculina continúa restringiendo la libertad y autonomía personal de las mujeres saudíes.

En los últimos años, el Reino de Arabia Saudí ha implementado una estrategia global para mejorar su imagen ante los ojos del mundo. El ejemplo más claro de esto es la campaña de sportswashing, la cual utiliza la organización de eventos deportivos como mecanismo para “blanquear” la imagen pública de un país que cuenta con un lamentable registro de derechos humanos.

En el mundo de los derechos de las mujeres, la situación es similar. Por ejemplo, en marzo de 2024, Arabia Saudí fue elegido para ocupar la presidencia de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas. Dos años antes, en el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), se aprobó la “Ley sobre el Estatuto Personal” (o PSL, por sus siglas en inglés), que esperaba ser un claro movimiento a favor de los derechos de las mujeres saudíes.

Estos hechos podrían enmascarar la situación de desigualdad en Arabia Saudí, que actualmente ocupa el lugar 126 de 146 en el índice de desigualdad de género del Foro Económico Mundial. Del mismo modo, a pesar de contar con algunos avances positivos, la PSL ha sido criticada por codificar la discriminación contra las mujeres, particularmente en relación al represivo sistema de “tutela” masculina.

Como parte de este sistema, las mujeres en Arabia Saudí permanecen durante toda su vida bajo la supervisión de un hombre de la familia, normalmente sus padres o maridos, y requieren de su permiso y consentimiento para realizar cuestiones sencillas de la vida diaria. Además, desobedecer a su wali, o ‘guardián’, puede ser motivo de sanciones.

 smartphone con la aplicación Absher Mobile instalada en un teléfono móvil

En esta ilustración fotográfica se ve un smartphone con la aplicación Absher Mobile instalada en un teléfono móvil. La aplicación del gobierno saudí es principalmente una forma para que las personas completen tareas administrativas de forma electrónica, pero también permite a los hombres otorgar o denegar permiso a una mujer para viajar. Google se niega a retirar la aplicación saudí que permite a los hombres seguir y controlar a las mujeres. © Nasir Kachroo/NurPhoto

Si bien es cierto que en los últimos años se han experimentado algunos avances, tales como otorgar a las mujeres el derecho a votar (2015), a conducir (2018) o a realizar el Hach hacia la Meca sin un familiar varón (2021), estos resultan insuficientes cuando se trata de garantizar los derechos de las mujeres en uno de los países con mayor desigualdad de género del mundo. Acciones tan sencillas como las siguientes son solo algunas de las restricciones con las que las mujeres tienen que convivir día a día en Arabia Saudí.

1. Presencia de mujeres en espacios públicos de Arabia Saudí

Hoy en día, las mujeres saudíes aún encuentran dificultades para participar y transitar libremente por los espacios públicos. Recientemente han disminuido las restricciones en este sentido, reduciendo, por ejemplo, la segregación por sexo en restaurantes y permitiendo que las mujeres asistan a eventos deportivos (2018).

Sin embargo, el sistema educativo, así como la mayoría de los parques, oficinas y edificios públicos aún mantienen un sistema de segregación por sexo. Sucede lo mismo con el transporte público. Además, esta segregación afecta la vida laboral de las mujeres al obstaculizar su acceso a puestos de toma de decisiones.

Rana Hassan del Al Ahli en acción durante el partido de la Premier League femenina entre el Al Ahli FC y el Al Ittihad FC, el 14 de diciembre de 2023 en Jeddah, Arabia Saudí. © Jose Breton/NurPhoto/Shutterstock

2. Vestir con libertad siendo mujer en Arabia Saudí

La mayoría de las mujeres visten en público con una abaya, una indumentaria que consiste en una túnica larga negra hasta los tobillos y un velo para cubrir la cabeza y el pelo que deja al descubierto solo parte del rostro. La policía religiosa del país, la mutawa, vigila que las mujeres vistan de “manera apropiada” (cubriendo codos y tobillos) en los lugares públicos, y reporta a las autoridades a aquellas que no cumplen la normativa.

Romper con estas normas en la forma de vestir es uno de los focos de las activistas saudíes, quienes en 2018 lanzaron una campaña en redes sociales vistiendo la abaya al revés en defensa de su libertad de vestimenta. A este respecto, varias mujeres han apostado por “modernizar” la abaya usando una versión más colorida o deportiva para poder tener mayor comodidad y movilidad.

Sin embargo, desafiar el código de vestimenta puede acarrear fuertes represalias. Tal es el caso de Manahel al-Otaibi, activista e influencer que fue detenida y condenada injustamente a 11 años de prisión por defender sus derechos y por vestir de manera “indecorosa” en publicaciones de sus redes sociales.

3. Casarse y divorciarse libremente siendo mujer en Arabia Saudí

En el ámbito del matrimonio, la Ley sobre el Estatuto Personal puede parecer contradictoria. Por una parte, establece los 18 años como la edad mínima para el matrimonio en general (aunque pueden casarse más jóvenes con aprobación de un tribunal). También les permite a las mujeres mantener la custodia de sus hijos en caso de divorcio (aunque el padre mantiene el estatus de tutor legal) y, en ocasiones, incluso en caso de que la madre se vuelva a casar.

Por la otra parte, la misma Ley establece que las mujeres en Arabia Saudí no pueden casarse ni divorciarse sin el permiso de su padre o ‘guardián’. En cambio, el hombre sí puede divorciarse sin el consentimiento de su mujer aunque tienen la obligación de notificar (al menos por mensaje de texto) la finalización del matrimonio a sus esposas, una medida aprobada con el objetivo de impedir que algunos maridos se divorciaran sin informar a su pareja.

4. Buscar protección como mujer en Arabia Saudí tras sufrir abusos

Según la nueva Ley, las mujeres deben “obedecer” a sus maridos. A cambio, reciben sustento económico por parte de sus maridos, aunque éste está condicionado a dicha obediencia.

Además, no existe una definición de violación conyugal en Arabia Saudí, por lo que una mujer que decida abandonar el hogar familiar, por ejemplo, en caso de maltrato, puede ser denunciada por desobediencia. En ese caso, podría ser detenida y devuelta a su familia o recluida en un centro de acogida del que sólo podrá salir con la firma de su ‘guardián’ a quien, a su vez, sólo se le pedirá un juramento de que no va a hacerle daño.

Manahel al Otaibi

Manahel al Otaibi antes de ser encarcelada. © Private

5. Defender sus derechos como mujer en Arabia Saudí

Por último, reivindicar los derechos de las mujeres no debería ser un delito, pero en Arabia Saudí lo es. Luchar por el fin del sistema de “tutela” masculina en el país puede llevar a las mujeres a la cárcel. De hecho, desde mediados de 2018 decenas de mujeres han sido perseguidas y encarceladas por defender sus derechos humanos. A estas detenciones se suman juicios injustos, informes de tortura, agresión sexual y otros malos tratos por parte de las autoridades.

Este es el caso de Loujain al-Hathloul, que fue detenida en mayo de 2018 junto a otras activistas, acusada de desestabilizar el país por reivindicar los derechos de las mujeres. Actualmente, Loujain está en libertad condicional aunque con una prohibición de viajar. Además, se le sigue negando acceso a la justicia y rendición cuentas, pese a sus denuncias de tortura y acoso en prisión durante los tres primeros meses de su detención.

Defender un sistema o un país igualitario donde mujeres y hombres tengan los mismos derechos jamás debería ser un delito. Hoy, la labor de defensores y defensoras de derechos humanos de todo el mundo es más importante que nunca, sobre todo mientras se espera la creación del primer código penal escrito de Arabia Saudí.

Un informe realizado por Amnistía Internacional sobre un borrador filtrado de este código reveló los riesgos para los derechos de las mujeres en el país. Estos riesgos son potenciados por el sistema de “tutela” masculina, el cual denigra a las mujeres, vulnera sus derechos y las sitúa como ciudadanas de segunda categoría.

Recientemente, Salma al-Shebab, activista defensora de derechos de las mujeres fue puesta en libertad tras cuatro años. Esto representa un logro para todas las personas que han participado en la campaña global para exigir la liberación de activistas defensoras de derechos humanos de las mujeres, a la que personas como tú pueden contribuir.

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